Fin de la sequía

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El Real Madrid vivía una sequía de 32 años sin levantar la Liga de Campeones de Europa, hasta que llegó la temporada 1997/1998, cuando dirigidos por el alemán Jüpp Heynckes, lograron alcanzar la final del torneo enfrentando a la Juventus. Raúl González fue parte importante de aquel combinado, que ya comenzaba a dar conjuntar un combinado de estrellas que asustaba, siendo Raúl, el punta que hacía la diferencia, el «eterno».
Este momento fue un parteaguas para él, ya que fue la primera de tres ligas de Campeones que levantaría durante su estadía en la casa blanca.