El socio de Kroos
Cuando empezó la temporada, tras su primer encuentro juntos, daba la sensación de que la dupla Modric-Kroos estaba predestinada. Dos mediocampistas rápidos y técnicamente dotados, que recuperaban a velocidad, achicaban espacios y marcaban las pautas en transición, ya fuera al elaborar o al replegar. De corte tan similar, el par de volantes convergía casi armónicamente en el medio campo. Las permutas entre éstos, para que en ocasiones uno fuera el escudo y el otro tejiera la jugada, eran el sostén de un Madrid que jugaba por nota y exhibía un despliegue físico impresionante. Sin Modric en el campo, Kroos se ha visto amarrado, pues Isco y James funcionan como apoyo, mas no como ancla para soltar al alemán. Además, de éstos tres, es el ex Bayern quien mejor domina la recuperación, por lo que el trabajo duro se recarga demasiado hacia él.