Adam Archuleta.
Contrato: 30 millones, 6 años, Redskins.

ARCHULETAUna de dos, o aquí varios se están riendo, o mucho otros preguntándose ¿quién diablos es Adam Archuleta?. De ese tamaño es este bust. Y no es por la cantidad de dinero, sino por lo inefectivo que fue tras su histórico contrato.
Archuleta llegó a los Washington Redskins en el 2006 proveniente de San Luis. Su paso con los Rams podría decirse que fue apenas competente: 3 intercepciones y 22 pases defendidos en cinco temporadas, lo mínimo que esperas de un safety, si no es que hasta un promedio bajo. Pero por alguna extraña razón (entiéndase Dan Snyder, el intempestivo y multimillonario dueño de Redskins), el equipo de Washington lo firmó como una garantía a largo plazo por treinta millones de dólares, convirtiéndolo así en el safety mejor pagado de la historia hasta aquel año.
En mi opinión, si tienes un apellido tan particular, ya tienes media carrera ganada para que la gente y tu coach no se olviden de ti tan fácilmente. Ya lo otro consiste en hacerte fama a base de esfuerzo y cultivar el talento. Es decir, este joven podría haber sido, “Archuleta, el gran safety de los Pieles Rojas“, algo sin duda pegajoso, catchy, pero su carrera se fue al lado opuesto.
Adam no duró ni la mitad de temporada regular en la posición y a pesar de que increíblemente estableció una marca de al menos una captura en temporadas consecutivas (6) para un safety, su desempeño general como profundo era malo y fue relegado a equipos especiales, donde tampoco pudo brillar.
Al año siguiente y tras expresar su descontento por ser parte de los equipos especiales, los Redskins lo cambiaron a los Osos de Chicago por una sexta ronda de Draft (vaya “negocio”). Con todo y que en los Osos volvió a jugar de safety y tenía un buen contrato (8 millones por tres años), Archuleta no pudo elevar su nivel al de un profesional y fue cortado en menos de un año durante el offseason. Y a pesar de todo ello, los Raiders (para sorpresa de nadie) decidieron darle una oportunidad esa misma temporada con la intención de usarlo como linebacker, pero ni siquiera libró el corte final para quedarse en el roster y fue así como terminó su historia en la NFL.
Una historia algo triste, pero al menos se fue con mucho dinero y lo desquitó en su era post-football al volverse comentarista y casarse con una playmate.