Culminó la mitad del torneo. La Tabla General se ha comprimido en estas últimas fechas dejando todavía cosas interesantes por disputarse en la segunda parte del torneo.
Lo Grandioso:
 

Desde su llegada al máximo circuito, la escuadra de Tijuana se ha convertido en más que un equipo de Primera División. Los fronterizos están a punto de llegar a una segunda liguilla de manera consecutiva, misma que es difícil ver en los equipos que tienen menos de tres años en el balompié azteca- división mayor-.
Antonio Mohamed se ha consagrado como estratega en México, al llevar a un conjunto que, además de contar con elementos importantes en nombres, el futbol elaborado y la solidez ofensiva que lo caracteriza, los ha convertido en un rival muy complicado, tanto en casa como de manera visitante.
Son ya 19 unidades con el que cuenta el plantel del ‘Turco’, producto de 6 victorias un empate y una derrota, misma que fue ante León en la fecha 2, pero más allá de los números, el nivel mostrado por todo el plantel lo ha conformado como el mejor de México en la actualidad.
 
 
A Tijuana no le duele nada, no le pesa ni la baja de jugadores importantes que se fueron, al contrario, demostraron que se vale soñar con algo más que un primer lugar en la Tabla General.
 
 
 
 
 
 
Lo Decepcionante:

El tiempo cobra la factura necesaria a cualquier situación, parece que en Pumas las boletas de cuentas se empiezan a atrasar y no se ve un día de pago.
La escuadra de Mario Carrillo no mostró más de lo que se veía con Joaquín del Olmo. Si bien es cierto que ante Morelia el resultado fue favorable, perder ante el San Luis, equipo que tenía 2 puntos de 21 disputados, fue el detonante para asimilar una temporada que parece será pesada.
 
Las piezas importantes siguen sin aparecer en conjunto. El torneo sigue avanzando y el pobre funcionamiento universitario se ha convertido en una pesadilla para su afición, misma que ya reclama la salida de ‘Capelo’.
En Pumas, el futbol conjunto no llega. El tiempo avanza y los números empiezan a jugarles un mal papel, puesto que el puntaje empieza ser insuficiente para una posible clasificación; peor aún, lo que algún día fue una identidad azul y oro-en el plantel- hoy se ha convertido en una imagen gris que sólo el tiempo dirá si podrá retomando el color que debería.