El torneo de baloncesto más importante del viejo continente no pudo terminar de mejor manera que con unas cuantas sorpresas para deleite de los aficionados al deporte ráfaga, veamos lo que nos dejó a continuación.
Un baloncesto emergente
La final de este Eurobasket reafirma el momento que atraviesa el baloncesto en Europa. Que en el último partido se hayan visto involucradas las selecciones de Serbia y de Eslovenia significa que el poder en el viejo continente está concentrándose en estas quintetas y no en las que estamos acostumbrados a ver. Como muestra contundente está la victoria de los eslovenos sobre los españoles en semifinales por un margen de veinte puntos. Y no es que la quinteta eslovena figure entre las más destacadas históricamente hablando, pero con la obtención de este título y el haber derrotado a un rival del calibre como los ibéricos, lejos de la sorpresa, la coloca como la mejor selección hoy por hoy merecidamente.
En cuanto a Serbia, ya sabíamos que era candidata para estar en la final y pelear por el título. La final esperada del certamen era precisamente España frente a Serbia, antes de la sorpresa que rompió quinielas. No obstante los serbios seguían como favoritos para levantar el título, pues se quedaron con las ganas en el Mundial de España 2014 y en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, así que la tercera se esperaba que fuera la vencida.
A pesar de la derrota está claro que el baloncesto serbio se encuentra en pleno crecimiento, no cualquiera juega tres finales en los tres torneos en los que participa de manera consecutiva, es un paso importante para el deporte balcánico que pareciera quiere volver a los tiempos gloriosos cuando siendo Yugoslavia se cansaron de levantar trofeos.
Recambio español
Es momento de un cambio fuerte en las entrañas del basket en España, a ese que todos le temen pero que tarde o temprano llega y es necesario para seguir creciendo.
Tras la anunciada retirada de la selección española por parte del capitán Juan Carlos Navarro y del papel que desempeñó la quinteta en este torneo con la consecución del tercer lugar, España comienza a vivir su recambio generacional. Este fue el último certamen que Navarro vistió la franela de España y le cede las riendas a Pau Gasol, quien seguramente también vio sus últimos minutos de Eurobasket. Si a eso le sumamos que sus dos grandes figuras como los hermanos Gasol están en la recta final de su carrera, es momento que elementos jóvenes vayan tomando más protagonismo y responsabilidad para los eventos futuros.
No pienso que vaya a haber una crisis como tal con esta transición, porque la cantera basquetbolista de España trabaja al cien por ciento produciendo día con día a jugadores de élite, pero es probable que los veamos alejados de las finales por un rato.
Futuro prometedor
Luego de haber visto los resultados de este Eurobasket, lo único que puedo presagiar es un futuro altamente competitivo y lleno de crecimiento para Europa. Pues aunque España siga como segunda fuerza a nivel mundial del baloncesto, Serbia y Eslovenia ya demostraron que son capaces para escalar hasta ese puesto y pelearlo a cualquiera.
La etapa de clasificaciones para el Mundial de la especialidad en 2019 será muy importante para el desarrollo de nuevos talentos, pues en estos duelos no podrán participar los jugadores nómina de las selecciones ya que se cruzan con los calendarios de Euroliga, Liga Endesa y a mitad de temporada de la NBA. Así que los entrenadores tendrán que prescindir de ese talento proclamado y tendrán que trabajar para construir uno nuevo.
Esperemos que el plan que tiene en mente FIBA sea positivo y que para el Mundial de China y los Olímpicos de Japón veamos los resultados de un nuevo basketbol.