Se nos acaba la Champions, ya tenemos finalistas, Real Madrid y Liverpool se encuentran las caras nuevamente, después de 31 años, en espera de ver si los merengues se cobran la derrota de aquella noche parisina en el Parc des Princes.
Pero antes de irnos con el hype de la final, veamos los que nos dejó la ronda de semifinales, etapa que dejó muchas cejas levantadas e hinchas molestos. Veamos Lo bueno, lo malo y lo feo de las Semifinales de la Champions League.
Lo bueno
De estas semifinales me quedo con la cantidad descomunal de goles que se anotaron en los cuatro partidos, dándonos un total de 20 anotaciones. Esa cifra no la alcanzamos ni en una jornada de «emocionante» Liga MX, y aquí la tuvimos en apenas 360 minutos.
La verdad, yo no recuerdo series tan emocionantes, con planteamientos ofensivos tan abiertos, y claro, muchos errores que benaficiaron el espectáculo y nos tuvieron pegados al televisor sin importar que no hincháramos por alguno de los equipos que estaba sobre el campo.
De hecho, los números hablan de una de las temporadas más productivas en cuanto a anotaciones, ya que llevamos 397 goles, más los que faltan en la final, que seguramente nos tiene preparada una buena cuota con el potencial ofensivo de ambas escuadras.
Lo malo
Me cuesta mucho trabajo encontrar algo malo de lo visto estas dos semanas, ya que los cuatro conjuntos dejaron todo en la cancha para conseguir su pase. De pronto me da un poco de tristeza no haber visto a equipos como el Bayern München contar con su plantel completo, ya que de haber estado gente como Robben o el gran Manuel Neuer, muy posiblemente tendríamos un resultado diferente, no sólo en el Bernabéu, sino en la propia ida.
Por otro lado, siempre me da el mismo síndrome a estas alturas de la temporada, sabiendo que sólo nos resta una tarde de magia europea con la gran final. ¡SE NOS ACABA LA SHEMPIONS CARAJO!
Lo feo
Seguimos sobre el mismo tren de los Cuartos de Final, el maldito arbitraje. Dejando de lado cuestiones de si ayudan a uno u a otro -que sí pasa- la realidad es que los eliminados terminaron siendo muy perjudicados, en especial cuando las diferencias en el marcador son tan cerradas, y un gol termina siendo la diferencia.
El penal de Marcelo, lo vieron hasta los invidentes, no es posible que tres pelados en 20 metros cuadrados no hayan visto algo raro en esa jugada, y como siempre, el joven que está detrás de la portería sirve para aplaudir los goles,¡está pintado! Lo mismo pasa en el Olímpico de Roma, donde es más que evidente que el disparo de El Shaarawy golpea la mano de Alexander-Arnold literal como portero, y los colegiados bien gracias.
Algunos se santiguan esperando que el VAR resuelva todo esto, yo, la verdad, le tengo poca esperanza, al menos no a corto plazo. El VAR está muy verde, y va a generar más suspicacias durante un buen rato, así que estoy de acuerdo con que aún no se meta.
Pero bueno, sólo nos queda disfrutar los últimos 90 minutos -o más que ver- de la Champions, y después empezar a contar los días para su pronto regreso.