NACIONAL DE PARAGUAY
Probablemente una de las grandes sorpresas de la historia en el torneo y vaya que ha habido muchas.
Otro proceso de continuidad exitoso, Gustavo Morínigo se retiró como jugador en el 2011 y en el año 2012 tomó la dirección técnica del Nacional de Paraguay, el éxito fue inmediato para el técnico paraguayo, pues en el 2013 consiguió ganar el título de liga que lo catapultaría a la Copa Libertadores 2014.
Este equipo no tiene ningún jugador de renombre, o una gran nómina, pero como nos enseñó el Atlético de Madrid la temporada pasada, corazón mata todo.
No hay mucho de que hablar en cuanto a los planteamientos en táctica de este equipo, ni tampoco tiene jugadores que sean extremadamente técnicos o algún virtuoso de la gambeta.
El éxito conseguido por este equipo ha sido a partir de un orden brutal en todas las líneas, un equipo solidario que durante todo el torneo ha entendido las situaciones de los partidos que va a encarar, y de ahí sacar conclusiones para plantear su partido.
Una de las principales virtudes de este equipo es que sabe perfecto el qué, el cómo y el cúando ejecutar las cosas. La ideología de este equipo ha sido minimizar las virtudes del rival y potencializar las tuyas cuando el partido te lo permite. Cuestionable, pero ha dado resultados.
Al Nacional el balón le importa poco, lo que le importa es dominar los espacios, y asfixiar al rival en la línea de volantes.
El equipo ha encontrado una gran seguridad defensiva y una gran capacidad goleadora a cargo de uno de los mejores jugadores revelación del torneo, Silvio Torales, mediocentro de 22 años de edad Paraguayo.
Sería injusto mencionar jugadores de manera individual como lo hice con San Lorenzo, porque el éxito de este equipo es a partir de una estructura de conjunción y esfuerzo colectivo.