Se acabó el futbol de las bellas, con las eternas favoritas, Los Estados Unidos llevándose la medalla de oro, las japonesas campeonas del mundo se quedan con la plata y las canadienses con la de bronce. Tal y como lo predije, modestia aparte, el futbol siempre es justo.
El mejor equipo fue de punta a punta el equipo de las chicas barriestrelladas, las que se vistieron como caramelitos de menta y fresa y de verdad que fue una dulzura, un deleite verlas. Se les vio en aprietos contra las francesas en el debut y contra las fieras canadienses en las semis, supieron dar vuelta a ambos marcadores demostrando su poder goleador, que al verse exigido respondió.
Mención especial -vámonos a la fácil- a la que cualquiera diría, la torre Abby Wambach, la goleadora con 5 tantos, pero de eso no se trata, somos gurús y hay que ver más allá.
Por ello, la mención honorifica es de ALEX MORGAN lejos, anotando 3 goles y dando 4 asistencias, participando en 7 de los 17 goles anotados por las campeonas, su capacidad para retener el balón en cada pelota larga en que la buscaban, la capacidad de recepción dirigida que muestra para siempre ponerse de frente al arco y saber aparecer en el momento mas complicado para el equipo, es cierto que tendrá que mejorar su definición, ese último toque a la red y el día que eso suceda será comparable a Mia Hamm.
Los elogios a las campeonas no deben acabar ahí, por supuesto hay que resaltar el talento de Carli Lloyd, sobre todo en la final que al verse con menor responsabilidad en la contención se dedicó mas a la creación y demostró el talento de una “10” a cabalidad. Megan Rapinoe pieza clave en el pase a la final y con una pierna derecha privilegiada y para cerrar el póker de reinas Kelley O’Hara que se devora la banda izquierda de corner a corner, marca, mete, se agrega al ataque, sin duda la mas discreta pero no menos importante. Podríamos ponernos exigentes señalando a la lateral derecha Le Peibet como el punto mas débil del cuadro, pero en general el conjunto supo manejarse como tal y llevarse la gloria olímpica.
Las japonesas dignas subcampeonas, administraron la abundancia en fase de grupos, neutralizaron a las talentosas brasileñas, aguantaron el embate furibundo de las francesas en semis y en la final tuvieron en un puño a las americanas, vistiendo de heroína a Hope Solo, que sacó un cabezazo arriba y envió al travesaño y un mano a mano en el segundo tiempo que resolvió cual San Jesús Corona. Aun así no claudicaron y encontraron el descuento que no les alcanzó finalmente para más que la plata.
Cerremos con drama, que tuvimos para regalar en el torneo. Usemos un conocido dicho con un ligero twist, “las que a hierro mueren a hierro matan”, cayeron en el tiempo de descuento ¡del segundo tiempo extra! En la semifinal y el destino les brindo la gloria de subir al podio con un gol en el minuto 92 anotado por una de sus mejores jugadoras, Diana Matheson, mediocampista de contención que no dejo nada en ningún juego de su equipo. Escuadra que contó en sus filas a la goleadora del torneo Christine Sinclair. Ese mismo destino que al final parece ingrato con las francesas que como en las semifinales no supieron aprovechar el control de la pelota en la mayor parte del juego. Volviendo este control estéril y les cuesta quedar fuera del podio.
Así las cosas, la venganza fue dulce para las estadunidenses y a nosotros queda el recuerdo de este hermoso torneo y quedandonos con ganas de más.
César Barajas. (@cadrian21)