Comienza una nueva pretemporada para Cruz Azul y con ello nuevas ilusiones, ilusiones aparentemente justificadas por la incorporación de Ricardo Peláez a la dirección deportiva de la Máquina. Con esto, parece que viene una nueva era donde incluso los detalles más simples serán completamente diferentes y se buscará darle nuevos aires al equipo desde la raíz.
El mismo Peláez ha dicho que durante la pretemporada el equipo irá a Ciudad Cooperativa en Hidalgo para que los jugadores conozcan lo que es Cruz Azul, que efectivamente es un equipo con una rica historia y grandeza, pero sobre todo, que conozcan de dónde viene su sueldo; ubicarlos, que estén conscientes de dónde están parados.
Me queda claro que en Cruz Azul hay presupuesto y de la mano de Ricardo no escatimarán en traer a quien haga falta y sacarán del equipo a quien haga falta (Carlos Peña). Peláez se comprometió a entregarle una plantilla lista y armada a Pedro Caixinha, lo cual aplaudo, ya que estábamos acostumbrados a que hasta que el promotor los tenía listos, se incorporaban al equipo.
Y de la mano de esto, parece que vienen nuevos refuerzos, serios y de calidad.
Un currículum destacado
Está confirmada la llegada del argentino proveniente de Lanús, Iván Marcone, y después de superar las pruebas médicas, se convierte en el primer refuerzo de Cruz Azul en la era Peláez y se presentará el próximo 4 de junio.
Es un futbolista argentino que lo ha ganado todo con el Arsenal… de Sarandí y el Lanús. Desde que debutó en 2008 con el Arsenal de Sarandí, ha mostrado un gran nivel y protagonismo en la liga argentina.
Con el Arsenal de Sarandí fue campeón de Liga y Supercopa Argentina en 2012 y de la Copa Argentina en 2013
Después, una vez en el equipo de Lanús, logró el campeonato de Primera División, la Copa bicentenario y la Supercopa Argentina en 2016.
En su etapa con Lanús, Marcone no sólo fue exitoso, sino que se convirtió en un ídolo en toda la extensión de la palabra. Junto con su equipo, eliminaron a River Plate en la Copa Libertadores, y aunque no ganaron ese torneo internacional, llegaron a la final contra Gremio (un equipo con una nómina mucho más cara) y cayeron de cara al sol.
Un jugador que sí hacía falta
Este jugador es un 5 clásico, un hombre de medio campo, medio centro y marcador. A sus 27 años de edad está en plenitudes físicas, y según la lógica del futbol, su mejor nivel mental y futbolístico debería estar por venir.
Es un jugador de medio campo que sabe robar balones pero que no es alguien que se dedique a ensuciar el juego (estilo Torrado), sino que tiene la calidad técnica suficiente para abrir el juego, repartir el balón a sus compañeros y crear algunas oportunidades para sus compañeros en ofensiva.
Es un jugador que hacía falta, es verdad que el canterano Baca ha tenido un buen rendimiento pero es el único que ha sido constante en su nivel; ni Silva ni Peñalba han sido determinantes en Cruz Azul. Marcone, junto con Baca, pintan ser una pareja en el medio campo que dé equilibrio, dinamismo y proyección.
Conclusión
Al margen de lo que podrá aportar al medio campo de Cruz Azul (que seguramente será mucho), sigo un poco sorprendido por la ecuación que estamos viendo, no es común que se haga esta operación: jugadores serios con títulos en su currículum, más Cruz Azul.
Marcone llega a la Máquina Cementera con el reto de ser clave en la misión de devolverle la grandeza a un equipo en ruinas (futbolísticamente y en cuanto imagen), que sea grande de nuevo y pueda por fin levantar títulos otra vez, algo que en la Liga Argentina estuvo acostumbrado a hacer.