Villano: Arbitraje

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Los únicos protagonistas de los que nos deberíamos poder olvidar en este tipo de etapas, pero que siguen apareciendo y lo peor no es sólo que se equivoquen, sino que terminen influyendo en el marcador. Lo visto durante las semifinales no es nuevo, sólo una pizca de lo mismo que ha venido sucediendo en las jornadas anteriores, criterios disparejos, falta de «cojones» para sacar tarjetas y para acabarla, se comen goles que no debían contar.

Para empezar la fiesta, César Arturo Ramos fue el encargado de pitar la polémica noche del sábado en el Universitario, en un juego dónde a criterio de varios, debió repartir más tarjetas y una que otra roja por ahí en contra de Tigres, para acabarla, su juez de línea, Miguel Ángel Fernández terminó por hacer más grande el hueco, siendo el protagonista de la noche. Primero, marcando una jugada que parece ni las cámaras pudieron verificar y me refiero al gol anulado al León, donde no se aprecia a bien si el esférico salió, lo cual, me hace pensar que se aventó un volado, en especial, porque más adelante en el partido, no ve, a unos cuantos metros, el fuera de juego de Gignac, que terminó en el gol que comenzó la caída del León.