REX RYAN – Buffalo Bills.

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Los rumores son fuertes: Rex Ryan deja Buffalo finalizando la temporada. Y los creemos.

Vamos, Ryan no es mal entrenador, en verdad que no, pero su “problema” por así decirlo, es su personalidad y métodos. Es decir, es un tipo impetuoso y polémico aunque dé resultados inmediatos. Y ahí están los Jets para comprobarlo. Y si Buffalo no congenió con su idea de football en dos años, muy probablemente ya no lo hará.

Cuando Ryan llegó a Bills, el objetivo era desbancar a los Patriotas en el Este de la Americana. Casi imposible con Belichick y Brady ahí, pero, como Plan B, estaba sin duda hacer un equipo competitivo y regresarlos a jugar postemporada. Nada de ello sucedió aunque sí hubo una notable mejoría.

La temporada anterior, con su comienzo de 5-4, dieron de qué hablar y había “algo” en este equipo. Aunque su cierre fue por demás promedio, se encontró un quarterback titular y un núcleo ofensivo prometedor. Para este 2016 la encomienda fue la especialidad de Ryan: defensiva. Y él, polémico como es, se la confió a su hermano Rob quien dejó a New Orleans Saints como la peor defensa en casi todos los departamentos la temporada anterior. Curiosamente dicha situación casi nada ha cambiado en Santos. Y aunque Bills ciertamente no es la peor de la liga, no estuvo a la altura de las exigencias de su calendario.

Más allá de números o de un nuevo fracaso con miras a playoffs, la cuestión con Ryan es que ha perdido en alguna medida al equipo. No de la forma en que sus propios pupilos “le tienden la cama” (o tal vez sí), sino en forma de motivación. Bills podrá haber ya terminado su temporada, sí, pero permitirle un regreso de 29 puntos a Raiders o aceptar casi 300 yardas de un solo jugador de Pittsburgh no habla precisamente de un conjunto motivado o con deseos de cerrar dignamente. No tardará Ryan en encontrar trabajo de cumplirse los pronósticos, pero sí van a bajar mucho sus bonos y credibilidad. Al menos como Head Coach.