El factor “Clutch”.
Para completar la ecuación de un QB elite, me parece que este es un factor clave. Un mariscal de campo elite va a sacar a su equipo, mínimo una vez en la temporada, del apuro. Y ese apuro incluye sus propios errores, es decir, creo que ser clutch también es reponerse a la adversidad. Y hacerlo de inmediato. Los ejemplos de esas personalidades en esta liga son claros. Tom Brady, Aaron Rodgers, Peyton Manning y Drew Brees como las caras más visibles. Y no menos atrás jugadores como Philip Rivers, Ben Roethlisberger, Joe Flacco, Eli Manning y ahora un nuevo Tony Romo lo han hecho más de una vez. Y ese es un club donde entra Wilson.
Sin embargo, las estadísticas de rating respecto a las ofensivas ganadoras, es decir, las que definen el marcador la final, son muy subjetivas. Ahí, por ejemplo, encontramos a Tony Romo en segundo lugar con un rating de 99.7 por ciento, del 2012 a la fecha, mientras que Wilson está hasta el lugar 18 con un rating de 74.1. Y ni hablar de Brady: lugar 15 con rating de 75.2 ¿Quién de ellos tiene anillos de Super Bowl y quién no? Exacto. De ahí que creo que en lugar de pensar en un jugador como alguien que tiene que poner ciertos números, hay que verlo por la forma cómo se comporta en esas situaciones. Y si tomamos en cuenta el temple de Wilson en apenas tres temporadas, creo que podemos hablar, tal vez no de un playmaker absoluto, pero sí de alguien muy confiable en situaciones críticas. Y su forma de decidir para correr o no, es una buena prueba.
Ahora, la gran cuestión: En este Super Bowl Wilson tuvo la jugada de su vida, la que lo ponía ipso facto en el olimpo de los primeros mariscales que mencioné… y creo está de más decir lo que sucedió. Sin embargo, lo que no sobra es reconocer otro tipo de cosas. Y la más importante es darle mérito a Malcolm Butler por la soberbia lectura que hizo y su anticipación, y no menos culpa a Lockette, quien a pesar de que el pase no era el mejor, no fue por el balón con la misma determinación que Butler. Una jugada histórica que siempre estará acompañada de polémica. Pero ojo: Seahawks no llegó hasta ahí sólo por su gran defensa, y Wilson ha hecho su tarea. Vamos de nuevo al ejemplo más reciente.
Sí, Seattle le cerró todos los espacios a Packers en la final NFC, y más allá de que también estos últimos no aprovecharon ni se arriesgaron como debían haberlo hecho, Wilson tuvo la tarea de regresar al equipo al juego y lo hizo a pesar de sus 4 intercepciones y en el momento más crítico, cuando el tiempo es factor y cuando el pulso y cabeza traicionan. Ahí Russell tiró un pase perfecto en tiempo extra para ganar. No creo que haya mejor prueba de ser un playmaker en su caso, pero lo elite requiere algo más, y creo que Wilson apenas está por vivirlo…