En un país donde el fútbol es una religión, donde puedes quedar cuarto o décimo  donde tu dirigente se convierte en alcalde de la ciudad, o se roba el dinero del club, se perdona,  pero si algo no se puede perdonar es perder el clásico.

Este domingo, después de mas de un año del ultimo clásico, donde Boca fue muy superior a River, ganándole dos a cero en la Bombonera, en aquel día donde con el orgullo destrozado River se enfilaba a la Promoción……..
Hoy viven momentos futbolísticos muy parecidos entre ellos, aunque la tabla indique que uno esta en mejor posición que otro, ninguno tiene a 11 fechas de torneo un estilo de juego.
¿Es suficiente el corazón de Matías Almeyda?
De aquel ultimo clásico, el que salió con mas bronca fue Matías Almeyda, lo expulsaron minutos antes de terminar el juego, la gente cantaba y Almeyda saco ese orgullo beso el escudo y le hizo saber a la hinchada boquense que al menos él no estaba muerto. El domingo tiene su revancha, pero encima de todo tiene ese corazón que le pertenece a River Plate.
La historia la sabemos, lograron el regreso a Primera este año, pero River no tienen ese futbol que mostró en la “B”, pilares de aquel equipo eran  Sebastián Domínguez y quien anotaba los goles  Fernando Cavenaghi ya no están en el equipo, y su ausencia ha pesado en este regreso a Primera.
El medio campo del equipo “Millonario”, esta plagado de jóvenes con ideas frescas, de buen pie, peo aun no se consolidan, entre ellos Ezequiel Cirigliano, Manuel Lanzini no tienen mas de 20 años, liderados por la experiencia de Leonardo Ponzio, pareciera un medio campo endeble, que normalmente es superado por el medio campo rival, pero lo que le ha inyectado Almeyda a este equipo es corazón y orgullo, lo que muchas veces en un clásico sirve para ganar mas que una idea futbolística mas pulcra.
El sueño del chico.
La historia de Trezeguet es de esas historias que merecen ser contadas, cuando se pierde las ganas de hacer lo que mas te gusta, es cuando se debe de regresar a las raíces, y eso fue lo que hizo David, regreso a argentina no queriendo saber nada de fútbol  un tío suyo lo llevo a un partido, el ambiente del estadio lo enamoro mas que el fútbol como tal, a los pocos días firmaba para River.
El domingo cumple un sueño jugar un súper clásico, en el Monumental, y lo que mas anhela es meter un gol y desatar la ultima fiesta que le falta.
Un clásico sin Riquelme.
Pocos son los jugadores que mantienen vivos a los equipos, Maradona al Nápoles, Pele al Santos, Gerard al Liverpool, pero ninguna es tan notoria como Riquelme a Boca Juniors. Desde que no esta a inicio de temporada, el medio campo de Boca Juniors deambula buscando el equilibrio, buscando la pausa, buscando ese pase que sale de la magia de los botines de Román.
El equipo es casi el mismo al del torneo pasado, donde salieron campeón invicto, hoy marchan en 5to pero el fútbol mostrado no es el esperado por la hinchada, que pide a gritos la salida de Falcioni. Si bien el medio campo de Boca es mucho mas experimentado que el de River Plate, hoy no tienen  es andar lento y efectivo de Juan Roma Riquelme.
¿Santiago Silva callara el monumental?
Pocos jugadores han silenciado al Monumental con sus goles, Martin Palermo, Barros Schelotto, Marcelo Delgado, Rodrigo Palacios, ahora es el turno de Santiago Silva con la playera de Boca Juniors.
No es el delantero mas espectacular que tiene Uruguay, tanto que no le alcanza para ir a la Selección charrúa, pero en Boca hace lo suficiente, esta en el área, abre espacios, juega de poste, se sacrifica, y lo importante hace goles, aunque ha hecho 4 en 9 juegos que ha jugado, el domingo podría empezar a sus 31 años ser recordado por silenciar al monumental en un súper clásico.
¿Fiesta en Mar del Plata o en La Boca?
Boca Juniors sin ser el equipo espectacular del torneo pasado, le ha alcanzado para medio mantener esa inercia, River Plate en cambio sigue viviendo ese proceso de re adaptación a Primera División, buscando una idea futbolística pero sobreponiendo el corazón y el amor por la camiseta.
River Plate gana y le da a Trezeguet una de sus ultimas alegrías¡¡¡.