Marcha apresurada

imageQue Kaká no se sentía cómodo en Madrid era un secreto a voces.
Llegó al Real Madrid como una de las grandes estrellas que Florentino Pérez había prometido en su campaña electoral. Era el encargado de devolver la gloria a los blancos. El fichaje del brasileño ponía fin a una larga historia de acercamientos y negociaciones entre el Milan y el Madrid. Todos confiaban en el chico bueno, el jugador religioso, padre modelo y marido fiel.
Pero el rendimiento de Kaká quedó lejos de lo que todos habían esperado. Pronto perdió la titularidad ante jugadores más jóvenes y baratos. Y aprendió a vivir en un segundo plano, ajeno a los rumores y a las especulaciones de la prensa española que anunciaba, una y otra vez «la resurrección» futbolística del jugador.
Pero ¿por qué ahora? ¿Qué ha desencadenado su salida en los últimos días del mercado de fichajes? La respuesta es sencilla: el mundial de 2014. Brasil, actual campeona de la Copa Confederaciones, parte como una de las favoritas en el próximo mundial. Y la idea de jugar su último mundial en casa habría forzado la marcha de Kaká, animándole a rebajarse el sueldo para optar a ganarse una plaza en su selección. La ficha del jugador fue el mayor obstáculo en todos los intentos de negociación del Real Madrid: ningún club estaba dispuesto a pagar el salario de unos 10 millones de euros netos (lo mismo que Cristiano Ronaldo).