Recientemente se levantó la polémica por las supuestas declaraciones de la nueva titular de la CONADE, Ana Gabriela Guevara, sobre malas prácticas llevadas a cabo en la realización del Gran Premio de México de la Fórmula 1, incluso se llegó a hablar en varios medios de comunicación sobre una posible cancelación para la carrera del próximo año, cosas que ya fueron desmentidas, pero que dejaron incertidumbre con respecto a la continuidad de este tipo de eventos, no solo al de la F1, sino también de NFL y demás. Ante esto vale la pena reflexionar y preguntarse si realmente es favorable continuar con este tipo de eventos en el país o no. Veamos algunos puntos a considerar para responder a la cuestión.

Los PROS

Demanda

No hay duda que la mayor razón para traer este tipo de eventos a México son los fans, porque si el país no tuviese el número de seguidores con los que cuenta simplemente las grandes ligas deportivas extranjeras no habrían volteado hacia este lado, ya que desde siempre los mexicanos han sido un excelente caldo de cultivo para todos los deportes más allá del futbol. Por eso es que los fanáticos de la F1, NFL, MLB y demás siguen y seguirán siendo un mercado atractivo para estas marcas y el motivo principal para invertir en territorio nacional, tan simple como oferta y demanda, el público lo pide.

Condiciones

Para albergar este tipo de eventos las ligas demandan instalaciones de primer nivel y México ha sabido responder con recintos de primer mundo como lo son la Arena Ciudad de México, el Estadio de Béisbol Monterrey, el Estadio Azteca y el Autódromo Hermanos Rodríguez. Todos estos conjuntos deportivos son adaptados y remodelados para así cumplir las exigencias que se necesitan para desarrollar juegos profesionales y otorgar la seguridad necesaria a los deportistas y espectadores.

Economía

De acuerdo al análisis elaborado por AECOM y FORMULA MONEY, empresas contratadas por CIE, empresa promotora del Gran Premio de México, para determinar el impacto y los beneficios que el evento de la Fórmula 1 trae para el país, demostró que la carrera de 2017 contribuyó a la economía nacional con 14,700 millones de pesos, colocándola así como el evento más importante, económicamente hablando, le siguen los partidos de NFL, el Maratón Internacional de la Ciudad de México y los partidos de NBA. Es seguro que mientras las dos razones antes mencionadas en los párrafos arriba descritos y las ganancias sean fructíferas para los empresarios, el factor económico será el imperante para continuar trayendo espectáculos a México.

Los CONTRAS

Desatenciones

Luego de la cancelación del partido de la NFL entre Los Angeles Rams y los Kansas City Chiefs debido al mal estado de la cancha del Estadio Azteca, se encendieron las alarmas sobre la continuidad de la liga en México. Por fortuna la relación se mantiene y el partido previsto para el 2019 se llevará a cabo. No obstante esto pone en evidencia las desatenciones y el poco cuidado que la administración de estos eventos otorga a los mismos poniendo en riesgo no sólo su ejecución sino toda una relación y contratos. En 2013 también ocurrió la cancelación del partido de NBA entre San Antonio Spurs y Minnesota Timberwolves en la Arena Ciudad de México debido a la falla en un transformador. Los imprevistos, accidentes y fallas siempre estarán presentes y a veces incluso serán inevitables, pero la previsión y rápida reacción para contrarrestar estos son los que permiten valorar a las ligas el desempeño de los mexicanos como anfitriones de semejantes eventos deportivos, por lo que el descuido en el césped de un terreno de juego no cabe dentro de los errores permitidos.

Politización

Siempre se ha dicho que el deporte y la política deben estar separados, por el bien de uno y otro, pero es aquí donde la diferencia entre el ser y deber ser se enfatiza, porque a veces es inevitable juntarlos o separarlos y aunque para hacer deporte hay que administrarlo y desde luego delinear políticas, el caso de las declaraciones infundadas a Ana Guevara sobre asuntos de corrupción en la F1 en México son un claro ejemplo de la politización que se puede llegar a dar en el deporte mexicano y que no le conviene al país, ni a los empresarios, a las ligas y menos a los aficionados.

Conclusión

Como podemos apreciar existen más pros que contras y me parece que el peso de lo positivo termina por sobreponerse a los errores que se han cometido y que tienen solución inmediata. Si hay una respuesta para saber si estos eventos deben seguir viniendo a México, la respuesta misma está en la gente, en aquella que acude a ver el partido de Grandes Ligas, aquel que disfruta las actividades del Fanfest de la NFL o en la que espera con ansias en la fila para adquirir un boleto de NBA, porque el esfuerzo que hace México y me refiero a todos los implicados como equipo para que esto funcione llámese gobierno, inversión privada o incluso el público mismo con voluntariado como soporte en la logística de los partidos, es valioso y digno de reconocimiento, porque no podemos estar tan cerca y tan lejos a la vez de los mejores deportes y espectáculos sin tomar lo mejor de ellos como ejemplo a seguir para aplicarlo y replicarlo al deporte nacional que tanta falta hace, todo es parte del proceso que el deporte mismo enseña, trabajo en equipo y perseverancia para llevar al país al siguiente nivel en cuanto a calidad deportiva se refiere, por eso si a mi me lo preguntan, sí, claro que vale la pena continuar con los eventos extranjeros en México, absolutamente.