El partido de México ante Senegal es el mejor ejemplo de las peores prácticas a las que es sometido el producto comercial llamado Selección Nacional. Organizar un partido fuera de Fecha FIFA sin tener un rival confirmado culmina en el desastre que presenciamos, jugando contra un equipo «improvisado» como este de Senegal en una cancha «parchada» que se utiliza como estadio de baseball. El principal problema radica en que los aficionados mexicanos siguen colmando los estadios sin importar el pobre espectáculo que se les brinda, pero, ¿hasta cuándo les durará el negocio?
