¿Qué se necesita?
El arbitraje, en términos generales, no la está pasando bien, sobre todo, al ser exprimidos por cientos de ojos y cámaras cada vez que saltan al campo y con el accidentado ingreso de la tecnología, se antoja complicado que esto mejore, pero de menos, los silbantes deben salir a la cancha con la firmeza de llevar bien claros los conceptos básicos, lo cual, hace mucho que no sucede en nuestra liga, ya que los silbantes son presionados desde arriba para tener ciertos criterios, ojo, no estoy diciendo que amañen partidos, más bien, la tirada va por el lado de pedirles que no se muestran tantas tarjetas o que el juego se deje fluir al no marcar tantas faltas, lo cual, irremediablemente termina por confundirlos y seguramente los hace sentir limitados y provoca criterios disparejos de una jugada a otra.
Otro aspecto es el del organigrama, como ya mencioné, la Comisión no tiene ese hombre fuerte que los oriente y nadie de los que ha ocupado el puesto últimamente ha sabido desempeñarse en esta labor, la misma que debe hacer sentir a los árbitros protegidos, mas no consentidos, por lo mismo, esa persona que tome el lugar de Codesal debería tener los arrestos para plantarle cara a quien sea con el fin de mantener la autonomía de la Comisión y sus empleados, el problema aquí es que parece que nadie se anima a hacerlo, gente como: Archundia, los Brizio, Marco Rodríguez, entre otros, tranquilamente emiten sus posiciones desde el lado de los medios, pero ninguno de ellos, en su calidad de figuras, se atreve a dar el paso y levantar la mano, eso sí, coincido con ellos en que la solución no está en el extranjero, sino en casa, pero ya va siendo hora de que alguien se ponga los pantalones y ponga orden, ese será, el primer paso para comenzar a reconstruir la confianza y respeto hacia los silbantes aztecas.
