Duelo de Titanes
El domingo el Madrid perdió. Muchos culparán al arbitraje, pero no podemos quedarnos en las excusas. Porque los campeones no buscan excusas, sino objetivos. El Madrid perdió y el Barcelona ganó. Fue un verdadero duelo de titanes. Titanes por su forma de jugar, pero titanes también por su forma de luchar.
No es justo culpar al Real Madrid. Por supuesto que algunos dirán que los dos penaltis y la expulsión de Sergio Ramos fueron merecidos, que un equipo así no puede dar opción a los rivales, que algunos jugadores se sobrepasaron en algunas jugadas… Puede que tengan razón (Aunque tampoco el Barcelona se quedó atrás, todo hay que decirlo).
Pero lo que nadie podrá negar es que el Madrid se dejó el aliento sobre el campo como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Mantuvo su juego y mantuvo la calma incluso cuando todo parecía estar en contra. Saltaron más alto, corrieron más rápido, defendieron con más ganas… La prueba es que, tras la expulsión de Ramos, la defensa del Madrid pareció multiplicarse, pero sin perder por ello intensidad en las bandas.