Ya han pasado cinco días desde el histórico partido de México contra Alemania y una vez pasada la algarabía, el festejo y los viajes mentales donde vemos a México levantando la copa del mundo, toca regresar a la realidad,  ponernos serios y esperar que México no caiga en la bendita irregularidad que ha mostrado históricamente.

El partido de este sábado pinta para ser muy diferente al del domingo, esta vez el rival no es favorito, es más, desde el inicio del mundial parecía ser la selección más débil y el equipo más accesible para que México tuviera esperanzas para avanzar de grupo. Yo no me confío, al contrario, me he puesto a pensar cuáles son las claves para que México capitalice este escenario presuntamente a su favor.

Corea, equipo inferior, pero…

A diferencia de equipos como Alemania o Suecia, creo que Corea es una de las selecciones que para muchos resultaba una incógnita, son una selección que no pinta en torneos internacionales de gran nivel (el Mundial de Corea-Japón no cuenta) y que desconocemos lo que pueden dar muchos de sus jugadores, los cuales militan en su mayoría en su liga local o en la liga china.

Y como no creo que sean muy fanáticos de las rotaciones, nuestra referencia más importante es el partido que tuvieron contra los suecos, partido donde se vio a un equipo muy voluntarioso pero limitado. Partiendo de esa alineación vemos que sólo hay dos o tres jugadores que de hecho resaltan, como lo son Park Joo-jo, líder en defensa que juega en Corea pero jugó en el Borussia Dortmund  tres años y Son Heung-min, delantero del Tottenham.

Los coreanos parecen ser víctimas del grupo, pero al haber perdido su primer partido contra Suecia, saldrán a morirse en la cancha en los últimos dos partidos que les quedan. Tal vez no son jugadores muy talentoso o técnicos, pero son muy disciplinados y rápidos, y los jugadores ya mencionados pueden poner en apuros a los mexicanos sin ningún problema.

Me preocupa que tras vencer a Alemania, México es favorito no sólo para ganarle a Corea sino también para pasar como primer lugar de grupo ya que depende de sí mismo, y a nuestra bonita selección no se le da muy bien eso de partir como favorito y capitalizar los juegos con autoridad.

Lo que debe hacer México

Viendo la última alineación de Corea y revisando el funcionamiento de los asiáticos contra Suecia, es claro que sólo hay tres jugadores que juegan o jugaron en un alto nivel de competencia: Park Jo ojo, Koo Ja-cheol y Song Heung-min, pero fuera de ellos, el resto son jugadores de la liga coreana o china, lo que me hace pensar que esta vez México no será tan exigido y tendrá la posesión del balón.

A México le va a corresponder tener la intención de buscar el juego, salir con balón controlado, tener que generar espacios y profundidad, y si a esto le sumamos que al entrenador le encantan los cambios, es probable que juegue Tecatito Corona y Marco Fabián, lo cual suena lógico para mí.

Dado que la selección será el de la responsabilidad de atacar y abrir espacios, es normal esperar las rotaciones, siempre y cuando hablemos de dos o tres cuando mucho, pero si Osorio se levanta sintiéndose alocado y manda seis cambios creo que puede haber problemas, en especial si esos cambios incluyen a los hermanos Dos Santos.

México deberá buscar velocidad y desequilibrio por las bandas, un ataque de Lozano y Corona por los costados puede ser crucial para desestabilizar a una ordenada defensa coreana, buscar centros o las famosas diagonales matonas. A esto le sumamos la posible incorporación de Jiménez que pone más talento y apoyo a los costados que Chicharito.

Marco Fabián es otra opción importante para este juego debido a que el tiro de larga distancia es una opción que te da este jugador ante una defensa aguerrida y un equipo echado atrás.

La concentración en defensa es crucial, los coreanos son muy rápidos e incisivos, los hombres que jueguen por los costados deberán hacer recorridos al centro constantemente y lo mismo los centrales hacia afuera; los centrales mexicanos no son muy rápidos y deben apoyarse con coberturas.

Además los coreanos también tienen un juego aéreo muy peligroso; la idea de que el jugador coreano es bajito quedó atrás, si no me creen, pregúntenle a Kim Shin-wook, centro delantero de casi 2 metros de altura.

Conclusión

La selección mexicana, sin tener jugadores en equipos top del mundo, en el papel presenta una selección de mucho mayor nivel que la asiática. Sin embargo lo que más me preocupa no es Corea, sino el mismo México.

Así jueguen Lozano o Vela para derrochar talento y se sume la frescura que te puede aportar un Raúl Jiménez, si los jugadores se confían pensando que están del otro lado y se suma un exceso de rotaciones, lo antes mostrado por México puede deformarse y convertirse en una calca de los juegos anteriores a la copa del mundo, donde veíamos a una selección que partía como favorita pero terminaba decepcionado y dando pena.

El sábado hay una oportunidad única, que no se desperdicie.