Los equipos capitalinos han acarreado esta rivalidad desde 1962, cuando se disputó el primer encuentro entre ambas escuadras siendo el Club América el vencedor con marcador de 2-0 en dicha ocasión. Con el paso de los años se han presenciado grandiosos enfrentamientos, excelentes jugadores y sobre todo una rivalidad que va creciendo tanto dentro como fuera de la cancha. Desde fuerzas básicas ambos equipos son enseñados a odiar, deportivamente, al equipo rival.
En esta ocasión los equipos llegan en circunstancias muy diferentes. América llega invicto, con un reciente empate en la selva chiapaneca que les cortó la inercia de un campeonato «perfecto» hasta la fecha, han mostrado un futbol muy equilibrado y se refleja en números al tener la segunda defensa menos goleada y con la mayor tasa de goles a favor de todo el torneo.
Pumas llega con un reciente cambio de técnico, con un futbol desplegado muy pobre y con problemas internos fuertes debido al reciente caso del doctor que atendió a Martin Bravo y la renuncia de su Vice-Presidente Deportivo Mario Trejo. En casa del América sería la oportunidad ideal para que Pumas se reivindicara ante su gente y le de un buen comienzo a una nueva etapa de Memo Vázquez frente al cuadro Universitario.