Javier “Chicharito” Hernández nos sorprendió a todos la mañana del Sábado 20 de Octubre al marcar su primer gol y su primer “doblete” con el Real Madrid, no porque no creyéramos que le faltara calidad para hacerlo, sino porque en los minutos previos que había disputado con el conjunto blanco se le había notado poco cómodo y había tenido escasas oportunidades de gol, tan solo 16’ minutos le bastaron en su segundo partido de liga para estrenarse como goleador del Real Madrid demostrando el olfato de gol que siempre ha tenido a lo largo de su carrera y nos hace preguntarnos si tiene con que pelear un puesto en el 11 titular “merengue”, aquí le damos una opinión.
¿Por qué sí puede pelear la titularidad?
Acostumbrado a trabajar bajo presión y con clubes grandes.
Chicharito es un jugador que desde el inicio de su carrera ha estado acostumbrado al trabajo bajo presión, y de igual manera está acostumbrado a jugar con grandes clubes, que siempre exigen lo máximo a sus jugadores. Con Chivas peleó para ganarse un lugar titular con el equipo más representativo del fútbol mexicano, logrando obtener el título de goleo del Bicentenario 2010 marcando 10 anotaciones sin siquiera terminar el torneo debido a que tuvo que acudir a la concentración de la selección mexicana de cara al mundial de Sudáfrica 2010, ese fue el mejor año de Javier en la liga azteca donde consiguió marcar en 21 ocasiones y dar 9 asistencias en los 28 duelos que disputo.
Gracias a esto llegó a Manchester United, otro equipo grande y máximo ganador de títulos de liga en Inglaterra. A su llegada “Chicharito” fue subestimado por la prensa internacional y la afición de los “Red Devils” pero gracias a sus actuaciones logró hacerse de la titularidad mandando al banco de suplentes en muchas ocasiones a Dimitar Berbatov a pesar de haberse proclamado campeón de goleo de la Premier con el United. Incluso Javier Hernández fue el delantero titular en la Final de la Champions que disputo el Manchester United frente al Barcelona en la temporada 2010/2011, haciendo evidente la confianza que tenía en él, Sir Alex Ferguson.