En todas las temporadas que estuvieron en San Diego, los Chargers sólo llegaron en una ocasión al Super Bowl y fueron aplastados 49-26 por los San Francisco 49ers, en la edición número 29. Alcanzaron varias veces los playoffs (18) pero nunca más llegaron al partido más importante de la campaña.
En el ciclo 2017, la franquicia decidió mudarse a Los Angeles y los aficionados del equipo que residen en San Diego no tomaron nada bien dicho movimiento, de hecho, como protesta, quemaron jerseys de los Chargers y los pusieron afuera de sus oficinas mostrando su molestia ante esto.
Además, con todo y que en San Diego nunca tuvieron la mejor suerte del mundo, una vez que llegaron a Los Angeles –y más por la inversión que tuvo esto detrás–, la NFL empezó a preocuparse por la falta de aficionados de los Chargers en la ciudad de Hollywood, pues en la mayoría de sus partidos como local han tenido minoría de fanáticos contra los del conjunto rival.
Sin embargo, en la presente temporada, muestran una de sus mejores caras ante lo que podría terminar en su primer campeonato en su historia.
¿Será la consolidación de los Chargers en su nueva casa?

OFENSIVA CARGADA

Philip Rivers ha comandado a esta ofensiva desde 2004 y parece que esta podría ser la temporada en la que llegue al gran partido de mantener el buen nivel que han mostrado. Teniendo a uno de los mejores corredores de la NFL en Melvin Gordon, así como un muy talentoso cuerpo de receptores liderado por Keenan Allen, Tyrell Williams y Mike Williams, Rivers puede contar con una de sus mejores ofensivas desde que llegó a la liga (incluso parecida a la que tuvo con LaDainian Tomlinson y Vincent Jackson, aunado al mejor momento del tight end, Antonio Gates, quien se mantuvo en el roster del equipo.
En la mitad del 2018, los Chargers se encuentran como la octava mejor ofensiva total (399.2 yardas por partido promediadas) y la quinta mejor en ofensiva por tierra (128.9 yardas por partido en promedio). Es verdad que en ningún rubro está en lo más alto (dentro de las primeras tres), pero al tener una ofensiva llena de piezas amenazantes y con un equilibrio completo, se identifica que no dependen ni de sus running backs (en donde se encuentra Austin Ekeler, uno de los corredores suplentes más constantes de la liga) ni de sus receptores.

DERROTAS COMPRENSIBLES

Con récord de 6-2, Los Angeles Chargers han perdido ante dos de los mejores equipos de la liga, los que son fuertes candidatos a enfrentarse en el Super Bowl LIII y los que se estarán viendo las caras el próximo lunes 19 de noviembre en la cancha del Estadio Azteca –en lo que será el segundo Monday Night Football en la historia fuera de Estados Unidos, segundo en tierras aztecas–, como lo son los Kansas City Chiefs y Los Angeles Rams.
Si bien ante los Chiefs perdieron en StubHub Center (su estadio), no tomaron en cuenta la capacidad del extraordinario quarterback de segundo año, egresado de la Universidad de Texas Tech, Patrick Mahomes II, quien desde entonces mostró características para ser nombrado MVP. Ante los Rams, se enfrentaron de tú a tú a domicilio, pero no les pudieron seguir el paso ante el bajo desempeño de su defensiva en dicho encuentro.

MEJORAS DEFENSIVAS

Después de comenzar de mala forma la campaña en el aspecto defensivo, han mejorado conforme ha avanzando la misma. La presencia de estrellas como Melvin Ingram y el safety Derwin James (seleccionado en la primera ronda del Draft 2018, y candidato a ser nombrado Novato Defensivo del Año) han ayudado a que no tenga complicaciones. Si bien en todos los rubros (defensiva total en yardas permitidas, yardas permitidas por aire y por tierra) se encuentran en la mitad de la liga, al menos ya no están en los más bajos puestos.
Asimismo, parte del no tan buen desempeño de la defensiva ha sido la ausencia del defensive end Joey Bosa. A pesar de que sigue con una lesión en el pie que lo ha mantenido fuera de las canchas a lo largo de la temporada, su regreso está próximo. Una vez que Bosa se incorpore en la decente línea defensiva que tienen los Chargers, mejorarán de forma notable a tal grado que serán temibles (aún más).

NEW YORK GIANTS 2.0

Tal y como los New York Giants se coronaron en la temporada 2007 –venciendo en una de las sorpresas más grandes en la historia del Super Bowl a los invictos New England Patriots–, los Chargers podrían repetir una hazaña que no se ve desde dicha campaña: ser campeones tras haber avanzado a los playoffs como comodines. Teniendo a los Kansas City Chiefs en su división (AFC Oeste), es probable que los dirigidos por el coach Anthony Lynn avancen a la postemporada en calidad de comodines.
Asimismo, tienen un equipo capaz de alcanzar el Gran Partido y sorprender a todos. Con experiencia en playoffs (algo que Mahomes no tiene), Rivers podría comandar a su equipo a la máxima gloria en la NFL.

SIN PESO DE ENCIMA

Parece que las tantas desgracias que vivieron y todas las exigencias que los aficionados en San Diego pedían se han ido. No hay peso de nadie –pues hay pocos aficionados en Los Angeles– y están jugando cómodos, a sus anchas y con mucha capacidad, derrotando a equipos con aspiraciones de llegar a los playoffs.
Con eso, es probable que Los Angeles Chargers hayan cambiado su suerte. Ese es el lado bueno que, al momento, tiene el haber cambiado de ciudad.
¿Llegará a tal grado en el que terminen levantando el trofeo Vince Lombardi?

De acuerdo a estos ámbitos, Los Angeles Chargers tienen aspiraciones muy grandes. Viéndome poco gentil con el alcance del equipo, podrían llegar sin problema a la ronda divisional.
Con un poco más de optimismo, estarían perdiendo el campeonato de la Conferencia Americana (ya sea ante los New England Patriots o los propios Chiefs).
Llevando la ambición al máximo, si los de Lynn llegan al Super Bowl, ellos se quedan con el trofeo Vince Lombardi en la edición LIII del Gran Partido.