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Contra muchos pronósticos, aunque eso sí, nada carente de emociones (cof, cof, Cardinals), los Denver Broncos vencieron a Patriotas de Nueva Inglaterra por un muy cerrado 20-18. Una gran final de conferencia que se caracterizó por una batalla defensiva en la que el margen de error era nulo, léase no entregar el ovoide o tener la última serie ofensiva, circunstancias que al final fueron fundamentales junto con un punto extra fallado.

Lo que es un hecho es que esta edición de la rivalidad Brady-Manning pasará a la historia como una de las mejores, no sólo por el duelo que sostuvieron, sino por la relevancia del resultado: nada menos que un viaje al Super Bowl 50.

Volviendo al primer punto, muchos daban a Patriotas por favoritos, incluso por más de una notación, pero en el campo vimos un equipo errático y sofocado por una defensiva de Denver pletórica. Unos Patriotas que dieron batalla por sus individualidades, pero no como conjunto. Así que vale la pena hacer un análisis de qué le pasó a los Pats, pues no todos los días son dominados como lo fueron este domingo. Vamos.