No le gana la presión
De llegar al banquillo del Real Madrid, la presión no será factor para que a las primeras de cambio decida irse del club. El italiano sabe que el llegar a un equipo de la envergadura de los blancos genera demasiada tensión, a lo cual está acostumbrado. Cuando estuvo en el banco del AC Milán llegó en una etapa muy crítica por la escasez de títulos de los rossoneri, pero sapo salir avante de la situación, por lo que es un candidato interesante para llegar a Valdebebas.
Controla vestidor
Hombre que sabe controlar los egos de las plantilla, ya que es muy buen conciliador. Desde su época como futbolista, él fue integrante del Milán de Arrigo Sacchi, escuadra plagada de futbolistas con exquisitas condiciones como Marco Van Basten, Ruud Gullit, entre otros y siempre supo ser el mediador a pesar de ser un jugador de perfil bajo. Ahora como entrenador ha aplicado al máximo lo aprendido en aquella época, muestra de ello es la manera en la supo controlar al Milán en el que militaban Kaká, Shevchenko, Seedorf, entre otros.
Hombre de retos
Su nombre es sinónimo de triunfo. A donde quiera que ha ido, el italiano no defrauda. En Italia, llevó a lo más alto al AC Milán, en donde incluso ayudó a conquistar la Champions League; en Inglaterra, con el Chelsea, colaboró para ganar la Liga algo que solo José Mourinho les había dado y por último, en Francia, al PSG, en donde después de 19 años les dio el título liguero y los metió entre los mejores 8 del continente. En caso de concretarse su llegada al cuadro blanco, no tengo dudas de que triunfará en el banquillo