MATT RYAN – Atlanta Falcons.
Siempre han existido ese tipo de mariscales de campo que son muy buenos, pero que se caen en ciertos momentos de la temporada o, peor aún, no dan ese paso extra en playoffs. Matt Ryan había sido uno de ellos. Confiable, certero y demás, pero no pasaba de ser precisamente eso: un buen QB titular. Cierto es también que su equipo, los Halcones de Atlanta, constantemente carecían de algo que ayudara a Ryan. Porque vamos, ningún MVP se gana solito. Brady tiene a Belichick así como Zeke su OL o Rodgers a Jordy Nelson y así nos vamos. Cuando Matt Ryan tuvo a Julio Jones y Roddy White en su prime, no tenía defensiva. Cuando la defensa estuvo, no había un gran juego terrestre. O cuando Jackson sí corría a placer, había alguna otra lesión o rival superior. O Ryan simplemente no daba el ancho. Con la llegada de Dan Quinn como Head Coach las cosas han comenzado a tomar un balance. No hablamos, tal vez, del mejor equipo de la Nacional ni el más temido, pero hay un cambio de actitud en Matt Ryan que sí denota a un jugador maduro y enfocado en un objetivo. Y vaya actuaciones que ha dado.
331 yardas y 4 TD’s son los números con los que cerró Matty “Ice” la temporada regular 2016. Y además, jugando ese último duelo cual si la vida de Falcons dependiera de él siendo que ya estaban más que calificados a postemporada. Nada más buscando la marca de las 5,000 yardas, dicen. Yo a eso le llamo ser un profesional.
¿Es el líder indiscutible de Atlanta? Sí, aunque su personalidad no sea como la de Brady o Rodgers. ¿Merece el MVP de esta temporada? También. El crecimiento de Ryan como QB ha sido clave para una temporada ganadora cuando apenas el año pasado se quedaron 8-8 siendo que poseía básicamente el mismo arsenal que este 2016.
Sus números: 38 touchdowns, 7 intercepciones para 4944 yardas y un rating de 117.1. Fuera de eso, una vez más es cómo se traduce en hechos. Aparte de la gran mejoría respecto al año anterior, con sus actuaciones Ryan lideró el departamento de mariscales en rating y rompió el récord histórico de puntos de la franquicia de Atlanta que estaba en 442 para dejarlo en 540.
Ahora, salgamos un poco de las matemáticas y hablemos de los hechos. Hay “algo” en Matt Ryan muy similar a lo que demostró Cam Newton el año anterior. Un crecimiento innegable y un instinto ganador que nunca le habíamos visto. Es el tipo de temporada que no se puede ignorar, es decir, el momento ideal para premiarlo. Aun si Falcons quedara eliminado, nada nos asegura que el QB repita un año como éste (ahí está Cam como prueba) y sería una pena que en diez o quince años tengamos una conversación del tipo:
−¿Recuerdas el temporadón de Matt Ryan en el 2016?
−Sí, merecía, el MVP. ¿Quién lo ganó?
−Repitió _____________.
−Uy, qué mal, aquel año fue su mejor oportunidad de ganarlo.
Va pues desde aquí un voto para Matty “Ice”. Y de ganarlo, esperemos su valor esté a la altura de las expectativas de su afición en playoffs. Es ahora o nunca en Atlanta.