Jugador de clase mundial
Neymar demostró a todos sus detractores que es un crack. Un futbolista al que acusan de individualista y «teatrero» mostró que es un jugador responsable tácticamente. Adquirió el compromiso de ser el primero en presionar la salida de los españoles, ser el hombre que debía retener el balón cuando no había gente en ataque, y sobre todo demostró ser el futbolista alrededor del cual gira la selección brasileña.
A sus 21 años, una nación entera le exigió convertirse en el guía de un equipo al que nadie veía como favorito. En lugar de esconderse entre sus compañeros, Neymar saltó al campo y tomó esa responsabilidad. Esta Copa Confederaciones despejó cualquier duda que se tenía. Estamos frente a un CRACK.
