Los resultados inexplicables
Todavía se cree que competencia que incluya a Brasil, es sinónimo de terror al enfrentarse con la verdeamarela. Es mera costumbre, ya que actualmente los resultados no premian los esfuerzos de la federación brasileña de fútbol de juntar a sus mejores futbolistas desde tiempo antes y prepararse de cara a las competencias, y eso que en antaño bastaba con una o dos semanas antes para que los equipos pudieran juntar sus talentos y formar la selección más temible y con buen funcionamiento en todas las lineas, pero principalmente en la definición y la creación. Las competencias son extensas, hay decenas y decenas de copas, ligas y son de gran nivel en la que los futbolistas son exigidos a tope por sus clubes. Los brasileños siguen siendo garantía a nivel club, de eso no hay duda.
El problema viene cuando se compite, ya llegada a la justa que esté en disputa la realidad es otra. Brasil no sirve, no juegan a nada. Se le puede atribuír a Dunga si se quiere, ya que ha tenido muy poco brillo desde el banquillo. La realidad es que, si analizamos el cártel que se tiene, es para que los jugadores jugaran a otra cosa, por más mal que estos estén dirigidos, vaya… no nos hágamos tarugos, como se dice coloquialmente.