¿Y las formas?
Nuevamente las formas no son las correctas, tal y como pasó hace un par de años, donde América estaba disputando la Liguilla y ya se conocía a algunos jugadores que no seguirían sin importar lo que sucediera, al igual que el Técnico. Si bien hoy no está en entredicho la contiuidad de La Volpe, por ahora, sí se comienza hablar de la salida de algunos futbolistas a causa de este fichaje. El primero y ya mencionado, es el de Moisés Muñóz, quien se habla podría terminar en Atlas, por su lado, jugadores como Osvaldo Martínez y Ventura Alvarado disputarán el Mundial de Clubes y la final de la Liguilla sabiendo que, sin importar lo bien que lo hagan, no continuarán con el club y se van como moneda de cambio por Marchesín a Santos.
Por una parte se entiende la premura de estos fichajes, porque, nuévamente, la gran planeación del calendario, prácticamente enciman el final del Apertura con el inicio del Clausura, pero también evidencía las prácticas de este tipo de directivas, quienes son las que eligen los jugadores que llegan al equipo, por encima de lo que el Técnico requiera y esto lo confirmó el propio La Volpe.
En conclusión, desde el lado deportivo, es el fichaje de un GRAN arquero probado en la Liga MX, desde el lado moral, es un golpe bajo para los arqueros actuales, no sólo porque siguen en competencia, sino por todo lo que le han dado a la institución y que, en el caso de Moy, aún le podía haber dado más, además no podemos negar que debe ser un distractor para aquellos que se enteran, muchas veces a través de los medios de comunicación, que la próxima temporada deberán mudarse de localidad. ¡Discreción por favor! Bajo mi punto de vista, América no necesitaba, al menos no ahora, la incorporación del argentino, pero en fin, así se las gastan en Coapa.