La Copa Confederaciones es una vitrina para que los equipos que no son potencia muestren su desarrollo. Esta es una oportunidad única para que México demuestre que está por encima del nivel de Concacaf, pero que tampoco ha llegado a la élite del futbol.
Simplemente, es la oportunidad que México esperaba para mostrar al mundo que había dado un salto de calidad. Sin embargo, el equipo nacional nuevamente se quedó impulsándose, pero nunca dio el salto.
Un equipo timorato
Era el momento de la verdad, pero México prefirió esconderse y adoptar su papel de víctima. Lo peor es que a lo largo del partido la defensa fue lo más destacado del conjunto nacional, pues a lo único que se dedica México es a defender y no lo hace bien.
El «Maza» Rodríguez regaló cuanto balón pudo en la salida, Héctor Moreno se dedicó a hacer faltas a quien se le atravesaba, Gerardo Flores con mucho ímpetu, pero pocos argumentos futbolísticos y finalmente, Carlos Salcido, quien dejó de ser el futbolista que en la era de Ricardo LaVolpe nos sorprendió.
Es hora de correr riesgos
Al parecer José Manuel de la Torre planea morirse con su estilo, el mismo que hizo campeón a Toluca. Si quiere seguir al frente del Tri tiene que cambiar radicalmente. Diego Reyes pasa por mejor momento que el «Maza» Rodríguez, la banda derecha es una vergüeza ni Flores, ni Aquino, ni Meza, ni Barrera han mostrado nivel de selección nacional. Otra gran contradicción es que en un país con buena producción de medios de contención te aferres a poner a Gerardo Torrado, un futbolista cuyo nivel no es para ser titular en la selección.
Si la característica principal de Javier Hernández es la forma en la que se desmarca dentro del área no entiendo por qué sacarlo y ponerlo de media punta cuando no tiene los recursos técnicos. Finalmente, siempre se cometen los mismos errores. Raúl Jiménez fue el mejor delantero mexicano en la Liga MX. El futbol es de momentos y la mejor opción para acompañar a Chicharito en el ataque es el joven americanista. ¡Ya basta de miedos! Llegó el momento de que «Chepo» se arriesgue y se salga del esquema. Nunca es el momento adecuado, por eso se llama RIESGO.
La triste realidad
Los reflectores apuntaban hacia México. El escenario era perfecto. Enfrentar a la cuatro veces campeona del mundo, Italia, en un estadio lleno y no cualquier estadio, el mítico Maracaná. Si eso no te motiva ¿qué te pasa por las venas? El Tri decidió dar otra cara al mundo y en la prensa internacional resaltaron la falta de personalidad y ambición de este equipo.
Frases como «México fue cada vez más pequeño, metido en su área, incapaz de dar tres pases seguidos.» destacan en los diarios más importantes del mundo. Al final, México volvió a dejarnos decepcionados y otra vez en el desaparecieron en el momento importante.