Aún se respira en el Coloso de Santa Úrsula aquella gesta heroica. Este día se cumplen dos años de la obtención del campeonato mundial Sub-17, que se llevó a cabo en nuestro país. Aquellos infantiles comandados por Raúl Gutiérrez manifestaron que si un torneo de ese calibre se lleva a cabo en suelo azteca, será casi imposible caer.
731 días después, esa generación de noveles triunfadores no tienen rumbo. Éstos fueron llamados a hacer las promesas que tanto esperaba el balompié nacional. Pero, ¿será acaso que esta generación ya está pérdida?