Por: Miguel Ángel Delucio
De los últimos cinco años, los únicos que han podido arrebatarle el título a los Patriots de esta división han sido los Dolphins, en 2008.
El equipo está en reconstrucción, pero esto no significa que pueda aspirar a ganar la AFC Este, al contrario, el año que fueron campeones, venían de su peor temporada con sólo un ganado y 15 perdidos.
Los jugadores son jóvenes, pero por eso deben tener hambre de triunfo. La franquicia no cuenta con gran talento, pero eso muchas veces hace a equipos más compactos y cuajados.
Por eso, aquí están las cinco razones por las que los Miami Dolphins puede ganar su división.

Ryan Tannehill debe tener una temporada como Ryan o Flacco.

En 2005, los mariscales de campo Matt Ryan y Joe Flacco llevaron a su equipo a la postemporada como novatos. Sus números no fueron espectaculares, pero el primero se ganó el premio al Novato del Año.
A pesar de sus estadísticas, no comentian errores y se cobijaban con su compañeros veteranos. Tomaban decisiones rapidas y sin arriesgar el ovoide.
Si Ryan Tannehill, ex de Texas A&M, quiere llevar a su equipo a un récord con diez victorias o más necesita simular eso. No cabe duda de que este mariscal tiene todas la cualidades para lograr grandes cosas, excelente brazo, gran atletisismo y viene de un sistema parecido al de la NFL, el cual manejaba Mike Sherman, ex entrenador en jefe de su misma universidad.
Así que todo está a su favor, no tiene receptores que le pongan presión, como lo era Chad Johnson. Por lo tanto, si Tannehill llega a las 3 mil yardas y lanza menos de 15 intercepciones, el equipo estará en el podio de la AFC Este.

Reggie Bush debe repetir y mejorar la temporada pasada.

Por primera vez, el que ganó el Heisman y lo devolvió años después, tuvo una temporada de mil yardas.
Bush no cabe duda que es elusivo y tiene gran explosión, pero la temporada pasada logró algo que no había podido jamás, correr entre la línea ofensiva.
No es algo que caracterice mucho al corredor, pero es necesario para que no lo esperen en el picheo hacia afuera.
Como receptor, tiene excelente manos saliendo del backfield, algo que su coach ofensivo explotará al máximo. Con el regreso de Daniel Thomas como su compañero de posición, Bush tendrá menos presión. Sin embargo, el es la punta de flecha del equipo costero.
Si Bush aumenta su número de anotaciones y repite las mil yardas del año pasado, su equipo tendrá una ofensiva equilibrada, algo que cualquier franquicia de la NFL está buscando.

La defensiva debe apuntalar con todo el talento que tiene.

Es una de las defensivas que tiene más talento, sin embargo no terminan de explotar.
Sean Smith, como esquinero, tiene grandes aptitudes, pero no las lleva a su máximo nivel.
En la línea defensiva tienen a Paul Solai, tackle nariz de gran presencia física. Jared Odrick y Randy Starks presionan muy bien desde la zona de los guardias, pero les falta consistencia.
Karlos Dansby es un apoyador muy completo, mientras Kevin Burnett lo complementa muy bien. Estos dos deben llevar y enseñar a Koa Misi, jugador de tercer año, porque este jugador tiene excelentes cualidades, tanto físicas como mentales.
Si estos jugadores ya mencionados toman un papel de mayor protagonismo en el campo, no dudemos que sea una defensiva de Top 5 en la NFL.

Cameron Wake debe retomar su gran nivel de juego.

Se hizo un apartado especial para este híbrido de la defensiva debido a que es la piedra angular de esta.
El exjugador de la liga canadiense demostró porque fue contratado en 2008 por esta franquicia. Dos años después fue seleccionado como AllPro en su posición.
Empero, las lesiones y la falta de ritmo hicieron estragos con su juego y ahora buscará retomar el nivel ya mostrado.
Si Wake llega a conseguir más de diez capturas de mariscal, esto significará que pudo vencer a los dobles bloqueos que recibirá y ayudará a que sus compañeros también penetren y contribuyan en la presión.

Joe Philbin debe llevar la ofensiva a otro nivel.

Esta gran mente ofensiva demostró todas sus cualidades como coach ofensivo en Green Bay. Ahí entrenó a la línea ofensiva, después a las alas cerradas para unos años después desarrollar la ofensiva empacadora y a su máxima estrella, Aaron Rodgers.
Con esa gran sentido ofensivo, Philbin debe coordinarse con Sherman para llevar a su equipo a la postemporada. Ambos han tenido en su poder a excelentes mariscales de campo, Sherman con Brett Favre y Philbin con Rodgers.
Así que el trabajo de ambos es explotar las cualidades de su poder ofensivo, que recaen en Reggie Bush, Ryan Tannehill y Davon Bess. Estos tres con grandes aptitudes físicas.
La defensiva es el trabajo de Kevin Coyle, una área que en las últimas temporadas ha sido aceptable.
Si Philbin coaja a todos sus asistentes en un solo camino, estaremos viendo lo que Tony Sparano logró en el 2005, llevar a los Dolphins a quitarle la corona a los Patriots en la AFC Este.