CANÍBAL. Cuando militaba en el Ajax de Holanda, en un partido ante el PSV Eindhoven, mordió a su rival Otman Bakkal. Suárez no pudo contener su furia en las discusiones sobre el campo de juego y terminó por agredir con una mordida, ganándose críticas, suspensión de 7 partidos y el apodo de El Vampiro. “Me arrepiento. Fue el instinto de ese momento”, reflexionó.

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No aprendió la lección, porque su impotencia le volvió a jugar una mala pasada cuando le encajó los dientes a Branislav Ivanovic, lo que le costó 10 encuentros como castigo.

Suarez-Ivanovic-Wipeout