Hombres y mujeres encararon la segunda parte del año con bríos y la oportunidad de seguir escalando en sus respectivos ránkings para posicionarse lo mejor posible al final del año. En las damas Garbiñe Muguruza se alzó en Wimbledon con la corona, mientras que en el US Open la local Sloane Stephens logró cosechar un Grand Slam y el torneo por ende más importante de su carrera. Sin embargo, ninguna logró terminar en el uno de la WTA, porque la rumana Simona Halep logró la mejor regularidad al final del 2017.

Del lado masculino, las lágrimas de la 19ª corona de Roger Federer quien celebró como si fuera su primer título en el césped sagrado del tenis. Más adelante Rafael Nadal se proclamó campeón en Flushing Meadows. Y por si fuera poco, los jóvenes tenistas comenzaron ya a formar parte del top ten, el cual pronto tendrá su completo cambio generacional. La lucha por la cima del ránking se mantuvo hasta el final, más allá de la modestia del suizo y del español quienes nunca lo pusieron como su prioridad principal al terminar el año. Fue más el aspecto físico lo que ambos tenistas cuidaron desde principios de julio hasta el cierre de la temporada en noviembre.

Wimbledon

La caraqueña Garbiñe Muguruza pudo ganar en uno de los sitios más emblemáticos del deporte, y por si fuera poco superó a una de las más importantes exponentes del deporte en los últimos años. Venció en la final a la estadounidense Venus Williams quien mantendría una regularidad importante para llegar al 5º puesto del ránking al final de año. La española también logró coronarse más adelante en Cincinnati durante el mes de agosto ante la actual número uno Simona Halep.

Y otro de los grandes momentos en el año fue ver al mágico suizo volver a soñar y salir campeón en uno de muchos “patios de su casa” alrededor del tour. Wimbledon y la realeza del tenis volvieron a ver a “su majestad” conquistar la corona del césped sagrado del All England Lawn Tennis Club. Federer venció a una buena parte de la nueva camada tenística como: Dimitrov, Zverev y Raonic; además de vencer a rivales de peso como Berdych y Cilic en semifinal y final respectivamente.

Y tras la coronación, se vio a un hombre llorando de felicidad porque el propio suizo no conoce los inigualables alcances que sigue teniendo en una carrera que perdurará en la mente de muchos durante toda la historia del deporte denominado “para verdaderas damas y caballeros”.

La gira por Estados Unidos y el US Open

Ya mencionábamos a Garbiñe tomando el cetro en Cincinnati. Pero el tour también visitó como cada año a la ciudad del país vecino como lo es Toronto y otro campeonato en la capital del país de las barras y las estrellas como lo es Washington. Gira que culminaría en Flushing Meadows con un torneo singular donde al final Sloane Stephens se proclamaría campeona en su propia tierra al vencer en la gran final a su compatriota Madison Keys quien probablemente realizó, al igual que Sloane, uno de los mejores desempeños de sus respectivas carreras.

Y “la fiera”, Rafael Nadal, volvió a soltarse para conquistar la corona del lado varonil, quien vencería a un Kevin Anderson que en realidad no sería la mayor prueba del español en el certamen si se considera la tremenda victoria que tuvo Nadal ante el siempre complicado y excelente tenista argentino Juan Martín del Potro, jugador que a su vez venía de haber eliminado de contienda al suizo Roger Federer por nota. Al final esta victoria de Nadal sería uno de los puntos fundamentales para cosechar 2000 puntos clave en la carrera por el primer lugar de la ATP al final del año.

El cierre de año

Tal vez podemos hablar de lo acontecido en el torneo de Maestros en Londres en noviembre donde Grigor Dimitrov salió campeón en uno de los torneos más exigentes de la temporada. Pero sin lugar a dudas, el evento del final de temporada que se llevó todos los reflectores fue la Laver Cup llevada a cabo en Praga República Checa. Dicho certamen contó con la peculiaridad de la formación de dos equipos quienes se enfrentarían durante 3 días en un formato similar a la Copa Davis.

Y lo más atractivo del torneo fue ver a dos de los más grandes tenistas de la historia jugar con la misma camiseta, para el mismo equipo. Roger Federer y Rafael Nadal se combinaron para llevar al equipo europeo a la victoria del torneo incluyendo grandes partidos de singles, siendo incluso el último partido ganado por el suizo el definitorio para la corona de “Team Europa”. Y por si fuera poco, vimos a ambos astros del tenis jugar un dobles, no siendo fortaleza de ambos, lograron ganar el partido ante una pareja experimentada de dobles perteneciente al equipo del resto del mundo. De esta forma se conjugó uno de eso momentos que quedarán grabado para el resto de la historia de un deporte donde las rivalidades son solo en la cancha en este presente y fuera de ellas, las amistades son más valiosas y quedarán para la posteridad.