Roger Federer decidió, de último momento, entrar al torneo Masters 500 de Rotterdam, la apuesta era clara, ir por la cima del ránking de la ATP. Al final de la semana, el objetivo se alcanzó logrando las semifinales que le daban los puntos suficientes y con la cerecita del pastel de coronarse en territorio de los llamados Países Bajos. El suizo volvió tras más de 5 años de ausencia a un sitio donde posee el récord de más semanas como número uno con 303 y contando. Veamos algunas de las claves de su constante éxito.

Equilibrio

También es el jugador más longevo en alcanzar dicha posición con 36 años. Hace 14 años Roger tomó por primera vez la cima, para dar cuenta de la validez y vigencia del tenista suizo, hay que resaltar que ya se retiraron 9 de los 10 mejores rankeados en aquel momento. Obvio el único en activo es “su majestad”. Y la nueva proeza del ídolo de multitudes tiene que ver con la constante búsqueda del equilibrio tenístico con lo mental y físico de su vida cotidiana.

Condición física impecable

En el pasado Super Bowl, Tom Brady de 41 años de edad no pudo atrapar un pase y pareciera correr a cámara lenta por el mismo. Un defecto de velocidad y aceleración que no se le puede achacar al suizo. Roger cada semana se ve muy ligero en la cancha y por ende llega con tiempo a ejecutar los golpes con maestría. Hace unos tres años si se comenzaba a notar una baja en el fondo físico de Federer, una estricta disciplina alimenticia y de descanso le ha dado las constantes renovaciones a su cuerpo para mantenerse a tope de la élite.

Hambre de triunfo

En el aspecto mental también lleva un enlace muy estrecho con lo recién mencionado, la práctica de yoga, una vida personal sin sobresaltos que da pie a pensar en una estabilidad emocional y constante crecimiento. Elementos tal vez de poca valoración por muchas personas, pero es fundamental para mantener el hambre de competencia y la búsqueda de logros y objetivos, mismos que va cumpliendo de manera regular.

Renovación constante

Y el área tenística también ha tenido sus renovaciones, mismas encaminadas a encontrar una forma de juego adaptable a su presente y a la actualidad del tour. Una persona exitosa no es quien llega a la cima, sino quien sabe renovarse para mantenerse ahí. Federer es un extraordinario ejemplo sobre como llevar a cabo dichas renovaciones y todo parte del equilibrio en su persona que hoy por hoy lo tiene saludando a todos desde arriba del ránking de la ATP.

Conclusión

Estos son sólo algunos de los aspectos que le han permitido al suizo pasar de ser un gran tenista a volverse una leyenda viviente devoradora de títulos. Todo un ejemplo, no sólo deportivo, sino de vida, que no tiene límites y es capaz de todo. Uno de los más grandes atletas de la historia, Roger Federer, ha vuelto a dominar el mundo tenístico, larga vida a «su majestad».