Se acabó la tercera etapa de Ricardo Ferretti como entrenador de la Selección Mexicana de futbol luego de dirigir seis partidos amistosos. Más allá de las cinco derrotas y una victoria que consiguió, veamos qué es lo que nos deja su interinato y si lo que hizo servirá en un futuro.

Oportunidad a jugadores

Empecemos con lo positivo, ya que el “Tuca” logró debutar a once futbolistas en la selección mayor mexicana. Quizás sea el mérito más grande de su administración porque otorgó oportunidad a jóvenes que merecían no solo el llamado al Tri sino también debutar y mostrarse con la playera verde.

Esto es útil porque la selección está pasando por un cambio generacional en su plantilla y tener nuevos jugadores siempre será bienvenido. A pesar que el debut de Víctor Guzmán, Roberto Alvarado, Diego Lainez, Raúl Gudiño y demás haya sido en juegos amistosos, no le resta importancia, pues los libera de la presión primeriza y cuando se les requiera en encuentros oficiales ya tendrán experiencia con el uniforme tricolor.

Ponderación de objetivos

Cuando se concretó que Ferretti sería el DT de México, se dijo que sólo sería un interinato y no permanentemente como el hombre que encararía el nuevo proceso de la selección, se levantó la polémica que si era el ideal o no, que si era oposición del propio Ricardo de tomar el puesto por su compromiso con su club, etc., lo cierto es que esto último influyó en gran parte, pues el mismo “Tuca” declaró que a quién debían convencer para que se quedara en la selección no era a él sino a Tigres.

Con esto quedó más que demostrado que la Selección ya no es el bien máximo del futbol mexicano, porque si lo fuera, los clubes, que forman parte de la Federación Mexicana de Futbol, pondrían de su parte para prestar a jugadores y por supuesto a directores técnicos al combinado azteca, antes que poner sus propios objetivos deportivos y económicos. También está el sentimiento de rechazo generalizado en el mundo directivo de tomar a la selección nacional y el puesto de timonel se ve cada vez menos como un honor y más como una responsabilidad que nadie quiere cargar y que se tiene que convencer con base en billetazos. Ahí tenemos el ejemplo de la selección española con Lopetegui y su huida al Real Madrid, no solo es México, a final de cuentas esto sigue siendo un negocio donde la estima y la honra por los colores se van perdiendo.

Para aprender

Después de fracasar en un mundial de futbol siempre será difícil la etapa posterior en una selección nacional, sobre todo si se termina la relación con el cuerpo técnico y el equipo pasa por un proceso de recambio en sus jugadores. Ya sabíamos que eso pasaría y que la crisis que vive hoy México no es culpa de “Tuca” Ferretti y que con las limitantes de su interinato no podría solucionarla. Al final todo queda en lo anecdótico y un nuevo dirigente ya confirmado vendrá para tomar las riendas del tricolor el próximo año. Que todo esto sirva a la federación al momento de tomar decisiones, planificar mejores procesos y así manejar correctamente a la selección, porque sigue siendo el bien más preciado del futbol nacional.