Se acabó la Copa del Mundo y como siempre, México optó por el camino más complicado y enfrentó a Brasil en octavos de final cuando tenía la opción de ir por el camino ligeramente más sencillo que era ser líder de grupo y enfrentar a Suiza.

Esto llevó a la selección mexicana a enfrentar a un equipo brasileño que, aunque no ha sido precisamente la selección más fuerte e imponente del mundial, pudo vencer a un cuadro mexicano que vino de más a menos a lo largo del torneo. No cabe duda que México jugó con nuestros sentimientos, nos emocionó contra Alemania y nos decepcionó brutalmente los últimos dos juegos.

Veamos qué nos da un análisis general de partidos que nos llevaron al cielo y otros al infierno.

Portería

No cabe duda que Memo Ochoa fue uno de los mejores  futbolistas de la Selección Mexicana a lo largo de toda la Copa del Mundo y en el partido, desde el juego contra Alemania donde brillaron todos, hasta el juego contra Brasil donde evitó la goleada. Durante todo el torneo se paró con personalidad, temple y reaccionó con sus ya conocidos reflejos bajo los tres palos ante múltiples disparos alemanes, coreanos, suecos y brasileños.

Aunque haya recibido seis goles en cuatro partidos, es muy claro que no sólo atajó lo atajable, también sacó balones sumamente complicados que pudieron reflejar marcadores adversos en partidos donde se ganó, y goleadas más grandes en los partidos donde se perdió. Ochoa mantuvo al equipo mexicano en la pelea hasta el minuto 87 de Octavos, y eso es decir mucho.

Aprobado: Sin duda.

Defensa

Una  de las líneas que más nos preocupaban a todos fue sin duda la defensiva y resultó que tuvimos razón. Si es verdad que contra Alemania parecía que iban a resistir los embates gracias al buen parado de los centrales y el buen dinamismo de jugadores como Gallardo y Salcedo por los costados, lo cierto es que en ese juego hubo mucha suerte, suerte que ya no se presentó en los juegos siguientes.

Contra Brasil y contra Suecia fue totalmente lo opuesto, nadie pudo detener los desbordes brasileños o los pelotazos largos a Berg en el juego contra Suecia. Prácticamente nunca nadie cooperó al ataque haciéndole la pasada a Lozano o a Vela, limitando el ataque mexicano.  Eternamente vimos a Lozano y a Vela recibir solos el balón encarar totalmente solos, mientras que Gallardo o Alvarez se amarraban en el medio campo.

Carlos Salcedo se vio mejor como central que como lateral; de toda la línea defensiva fue el más sólido, el que menos se equivocó; en cuanto a Moreno sabía dar salida al equipo mexicano, tanto cuando salían con balón controlado como cuando tenían encima al rival, fue quien tomó el liderazgo atrás, sin embargo, el penal contra Suecia tuvo muchas consecuencias, no sólo para ese juego.

Lamentablemente en el juego aéreo fueron poco competitivos, les faltó tener temple todo en especial contra Suecia y se vieron exhibidos por momentos. Se notó mucho que hizo falta Araujo y su solidez para enfrentar a jugadores altos y fuertes como los suecos.

Aprobado: Salcedo.

Reprobado: Moreno

Mediocampo

En términos generales el mediocampo de México fue competitivo, sin duda en el juego contra Alemania fueron quienes más lucieron, lo mismo en el juego contra Corea. Vimos especialmente a un Herrera muy veloz, que iba de arriba abajo y que hacía conducciones largas con el balón, Guardado daba equilibrio y Layún con todo y sus limitaciones, era muy propositivo.

Contra Corea me parecen que jugaron muy bien pero fueron los hombres de adelante quienes no pusieron imaginación y el desequilibrio necesario.

Lamentablemente en el juego contra Suecia desaparecieron cuando parecía que serían los jugadores clave para ese partido, que se impondrían con técnica y pases precisos a ras de suelo. En ese juego, México entró al juego de los pelotazos, de no jugar por el centro y estos jugadores: Layún, Guardado, Herrera, Dos Santos, no aparecieron nunca.

Ni hablar del partido contra Brasil, donde si bien fueron muy aguerridos, pelearon los balones, y durante el primer tiempo supieron retener el balón y buscar con cierta claridad crear algo de peligro, conforme fue avanzando el tiempo sólo vimos a un Guardado errático, a un Jonathan que perdía el balón muy fácil y a un Herrera que terminó haciendo faltas y tirando patadas.

Aprobado: Herrera

Reprobado: Layún

Delantera

Después de la defensa, lo menos rescatable de la Selección fue la delantera. Sé que lucharon y pelearon cada balón pero siempre tuvieron poca claridad al ataque. Siempre recibieron bien los trazos largos que les mandaban, tanto Lozano como Vela bajaban el balón con categoría y lo retenían para buscar a un compañero mejor posicionado y en caso de no ser posible, intentar la jugada individual.

Sin embargo pocas veces podrían producir algo de real peligro y es aquí donde a muchos les cae el balde de agua fría y se dan cuenta que los delanteros tan mediáticos que tenemos, tienen sus limitaciones y la pasan mal en competencias de este tipo.

El pobre Lozano sólo fue una víctima del pésimo planteamiento y del mal juego del resto de sus compañeros. Lozano se la pasó arrinconado por la banda de la izquierda, sin acompañamiento, sin apoyo por la banda.

Todos los pases largos que le mandaron los bajó con maestría, ya fuera con el pie o con el pecho, pero después tenía que llevarse a dos o a tres brasileños él solo. Fue de los que más lo intentó, no se dobló pero solo contra el mundo, nadie puede.

Si a Hirving Lozano le fue mal por estar muy solo y no recibir acompañamiento, a Chicharito le fue peor, fue un fantasma durante todo el torneo salvo su jugada del gol. Fue a pelear todos los balones pero poco aportó al equipo.

Aprobado: Carlos Vela

Reprobado: Javier Hernández