(Photo by Hector Vivas/Getty Images)

Luego de empezar con paso firme el torneo Clausura 2018, los Pumas de la UNAM se han caído de manera estrepitosa. Su último triunfo se remonta a la jornada 6, cuando el equipo universitario visitó el Estadio Morelos y salió de casa del Morelia con una buena victoria. El equipo de David Patiño acumula 4 partidos sin ganar -3 derrotas y 1 empate- y después de haber liderado la tabla general durante el primer tercio del torneo; hoy, los Pumas estarían fuera de la Liguilla. Pero, ¿cómo explicar este tremendo bajón?

La ‘Nicodependencia’

Nicolás Castillo, por más buen jugador que es, no puede hacerlo todo solo. En 10 fechas que se han jugado, Pumas ha anotado 13 goles. El delantero chileno ha metido 6 y ha dado 2 asistencias; es decir, ha colaborado en 8 de las 13 anotaciones totales del equipo del Pedregal. ¿Dónde están los demás de arriba? Matías Alustiza, refuerzo para esta campaña, empezó muy bien el torneo pero se ha estancado con solamente 3 goles. Por otra parte, Pablo Barrera suma 2 asistencias en el torneo. Son números bastante pobres. Además, el andino comienza a aislarse en la delantera. Y los defensas, poniendo una doble marca sobre el chileno, neutralizan al único jugador de los Pumas que desequilibra. Nico Castillo es un jugadorazo. Él solito puede crearse una posibilidad clara de gol; sin embargo, el fútbol es asociación y si los de la Ciudad Universitaria quieren levantar, necesitarán MUCHO más de ‘Pablito’ Barrera, del ‘Chavo’ Alustiza, de Mauro Formica -que ha pasado desapercibido desde que llegó a Universidad el torneo pasado-.

La defensa auriazul hace agua

Ningún equipo que aspira a ganarlo todo puede recibir tantos goles en tan pocos partidos. Desde la derrota ante el Veracruz de la jornada 7 dónde los universitarios cayeron por 2 tantos a 1, los Pumas suman 10 anotaciones en contra en sus últimos 4 partidos disputados. En defensa, David Patiño ha confiado en los jóvenes y sobre todo, en su propia cantera. José Carlos Van Rankin, Luis Quintana o Luis Fuentes parecen inamovibles al día de hoy.

Patiño ha rescatado así un poco la esencia de este equipo que siempre se ha mantenido a flote por la gente de casa; sin embargo, el tiro le está saliendo por la culata. Estos jóvenes no parecen dar el ancho y se pueden llevar muchos más huevos a la canasta con el calendario que se les avecina ya que a los Pumas todavía les falta enfrentar a equipos que tienen ofensivas interesantes y poderosas como lo son Toluca, Querétaro, Monterrey o Santos. Si Patiño no ajusta su zona baja, no veo cómo Pumas no pueda seguir siendo tan vulnerable en defensa.

Decisiones técnicas

En el último mes, Pumas tiene 3 goles a favor, 10 en contra y 1 punto de 12 posibles. ¿Crisis? David Patiño la sigue negando rotundamente. Pero la afición no es ciega. Y comienza a cuestionarse. Y Patiño comete un error ya que sin la aceptación, es muy difícil generar un cambio. Me surgen algunas preguntas que planteo a continuación y que sospecho, son parte de las razones por las cuales los felinos han dejado ir tantos puntos.

Por ejemplo, ¿está José Carlos Van Rankin becado en el equipo? En serio me lo pregunto. Es quizás el jugador más criticado de Pumas desde hace algunos años, pero por algún motivo, es titular indiscutible con cualquier técnico que dirija en el Pedregal. Desde los tiempos de Sergio Bernal, la UNAM no tiene un guardián que inspire lo que debe de transmitir el portero de un equipo.

Alfredo Zaldívar deja mucho que desear. Y lo peor es que no tiene competencia alguna en el equipo. ¿Por qué con ese nivel tan pobre tiene la titularidad asegurada?

Abraham González, el ’10’, desaparecido. Ni ataca ni defiende. Pumas insistió en la pretemporada y convenció al español de regresar un torneo más. Pero la verdad es que el español hace mucho que no pesa. Y su ausencia le hace la vida imposible a Marcelo Díaz, que tiene que cargar por completo con el mediocampo auriazul.

Los Pumas son novenos de la tabla general con 15 puntos y están a solamente 5 del líder, Santos Laguna. Con 21 puntos por disputarse, y con 4 de estos 7 juegos como local, la Universidad Autónoma de México está obligado a calificar. Una institución como esta no puede arrastrar el prestigio como lo ha venido haciendo en los últimos torneos. Los universitarios terminaron penúltimos de la tabla general en el Clausura 2017 de hace un año y ¡últimos! en el reciente Apertura 2018; los Pumas tienen 7 partidos para demostrar que no se han convertido en un equipo de ‘lindos gatitos’ que no asustan a absolutamente nadie.