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Ha comenzado a darse un fenómeno en nuestro fútbol que pudiera cambiar el rumbo de la liga mexicana y de las selecciones nacionales en nuestro país, el exceso de futbolistas extranjeros y naturalizados en los equipos mexicanos que cierran las puertas a futbolistas nacidos en México.
El pasado Domingo en el encuentro entre Pumas y Chivas ocurrió algo sin precedentes en nuestro balompié nacional y con uno de los equipos de mayor tradición en México, habló de los Pumas que para este torneo Apertura 2014, cuenta con el mayor registro de extranjeros y naturalizados de nuestra liga con 9 jugadores de este tipo (5 extranjeros y 4 naturalizados).
Los Pumas utilizaron a 7 de estos 9 jugadores en su último juego frente a Chivas, el pasado Domingo en CU. Verón, Romagnoli, Ludueña (naturalizados) y Britos y Sosa (extranjeros) saltaron a la cancha como titulares, además de que Leandro (naturalizado) y Dante López (extranjero) entraron de relevo al partido. Es de llamar la atención que un equipo como Pumas que se caracterizó en el pasado por su buen trabajo en fuerzas básicas, que debutaba y exportaba a buenos jugadores, ahora dependa de tantos jugadores importados, para muestra de este síntoma es que en el pasado mundial de Brasil 2014, ningún jugador de Pumas fue convocado por Miguel Herrera, cuando por algún tiempo este equipo, incluso fuera base de la selección nacional mexicana.
El caso de Pumas ejemplifica una tendencia que poco a poco han adoptado la mayoría de los clubes mexicanos en primera división y división de ascenso, que sería únicamente la punta del iceberg con el que pudiera chocar todo el entorno futbolístico mexicano.