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El sábado en el Vicente Calderón nos sorprendimos cuando Messi salto al césped a los ejercicios de calentamiento pero no apareció en la alineación inicial, si bien jugo los últimos minutos frente a Bolivia y todo el partido frente a México en la fecha FIFA, el desgaste no fue tan elevado como en otras ocasiones como cuando se están llevando a cabo las eliminatorias sudamericanas, sin embargo Luis Enrique prefirió no exponer a la principal figura del Barcelona y del futbol actual, lo anterior derivó en un primer tiempo con únicamente 6 llegadas por parte de los culés, de las cuales ninguna se reflejó en peligro inminente, ya que todas salieron desviadas del arco y de un parado de 4-4-2 por parte del Atlético de Madrid, que regularmente planta sobre el campo una alineación de 5-3-2 para contener a Messi, esto favoreció las llegadas del equipo colchonero que se quitó un gran peso de encima en la primera mitad, sin embargo, el segundo lapso fue totalmente distinto tras el ingreso del argentino, cambiando el destino final del encuentro.
Por lo que en este espacio analizaré si el Barcelona tiene la llamada dependencia a Messi, esa que le hace jugar de una manera con o sin el astro argentino, la misma que provoca que el contrario tenga que asignar a más de un jugador para marcarlo y que provoca que los aficionados azulgranas se ilusionen con grandes resultados cuando su estrella se encuentra dentro del terreno de juego.