Al día de hoy, el Sevilla es el que menos chances tiene de avanzar de ronda de acuerdo a las casas de apuestas, paga +550. Le sigue la Roma que está en +450, mientras que la Juventus y el Liverpool pagan +175. De las cuatro llaves de cuartos de final, parece que todas están cargadas hacía los equipos de siempre. Sin embargo, creo que hay buenos chances de que veamos sorpresas en 2 de los 4 emparejamientos.

La Juve y su potencial

En el papel, el Real Madrid es mejor equipo. Quizás a partido único tendría mayor favoritismo, ya que ahí se nota más la diferencia de las cualidades individuales que hay entre ambos. Desafortunadamente para ellos, es una eliminatoria a doble partido, y los antecedentes contra la Juve en este tipo de escenario no les favorecen. En 4 intentos previos, los de Turín avanzaron en todas las ocasiones (1996 CF, 2003 SF, 2005 R16, 2015 SF).
En una eliminatoria de 180 minutos el que cuida más la parte táctica es el que tiene la ventaja. En Italia en general, pero sobretodo la Juventus, tiene la gran virtud de gestionar los enfrentamientos a doble partido y en no hacer jugar al que sabe jugar bien al fútbol. Contra el Madrid, la Juve siempre ha parecido más capaz de administrar los tiempos y los momentos de los desafíos individuales.
El equipo de Zidane esta temporada ha mostrado más a menudo sus defectos que sus méritos. El Real Madrid tiene un problema muy grande en la transición defensiva, le cuesta mucho encontrar un equilibrio a la hora de regresar a defender. Es ahí donde la Juve es más peligroso, generando un buen contragolpe es donde más daño puede hacer.
También el cuadro Blanco tiene un problema en defensa posicional. En los momentos en los que les toca esperar al rival, al Madrid se le dificulta mantenerse compacto y suelen dejar distancias excesivas entre los jugadores; esos son los espacios que la Vieja Señora tiene que explotar. Esos huecos, son los que invitarán a los mediocampistas a entrar por ahí ó a probar de larga distancia.
Otro gran recurso que tiene la Vecchia Signora, es el balón detenido. Dybala es un especialista a la hora de cobrar libres directos. Cualquier falta cerca del área, representará un peligro inminente para el Real Madrid. La Joya, como se le conoce, ha marcado 8 tantos de tiro libre con el equipo italiano. A nivel club, solo lo superan 3 próceres de la historia de la Juve: Pirlo, Platini y Del Piero.
Los Bianconeri llegan en magnífica forma, llevan 25 partidos al hilo sin conocer la derrota en todas las competiciones. Su ultimo descalabro fue en noviembre. De esos 25 partidos, en 21 han dejado su marco en ceros. Su forma de juego es muy clara, defender bien, para luego atacar con velocidad. De cierta manera, podríamos considerarlo un Catenaccio moderno.
En el juego de ida, la Juve tendrá bajas sensibles. Benatia y Pjanic se perderán el partido por acumulación de tarjetas amarillas, mientras que Alex Sandro es duda para el encuentro. La buena es que sí podrán ver acción Chiellini, Mandzukic y Cuadrado que estaban en duda por lesión. A pesar de las bajas, no hay excusas para no jugar como lo han venido haciendo.
Los partidos entre estos dos equipos nunca se cierran, en un sentido u otro, especialmente por la capacidad del Madrid para anotar o conceder goles en cualquier momento. Para la Juve es clave recibir el menor daño posible en la ida, sería ideal dejar el arco en cero. Ganando pero recibiendo gol tampoco es un mal escenario. Para lo compactos que suelen ser en defensa, podría ser más que suficiente para poder terminar la vuelta en el Bernabéu.

Cuidado con el Liverpool

El otro partido que me causa sensación de sorpresa, es el duelo entre dos conjuntos ingleses.
El Liverpool buscará avanzar a semifinales de Champions por primera vez en una década. El rival en turno será el Manchester City. Es evidente que los Citizens parten como amplios favoritos debido al gran curriculum que tienen esta campaña. Solo han perdido un partido en todo lo que va del año futbolístico; para su mala fortuna, ese partido lo perdieron con el Liverpool.
Quizás si el partido fuera primero en Manchester, no le daría ningún chance al Liverpool. Sin embargo, como la eliminatoria empieza en Anfield, sí veo cómo los Reds puedan salir vivos de la eliminatoria. Es impresionante lo malo que es el récord del Manchester City en casa del Liverpool. En los últimos 37 años, el City solo ha ganado 2 veces en Anfield (1981 y 2003). Es más, en los 8 últimos encuentros entre ellos sin importar la sede, el Man City solo ha ganado en una ocasión. Por si fuera poco, en el récord personal entre Klopp y Guardiola, el favorecido es el alemán: 6 triunfos, 5 derrotas y un empate. Muy pocos estrategas en el mundo pueden presumir de eso.
Todo apunta a que será una llave demasiado abierta, llena de goles. Es simplemente la forma de jugar que caracteriza a estos clubes. Ambos estilos de juego están tan arraigados, con principios tan firmes, que ninguno de los dos se apartará de ellos. Ni siquiera en un juego de tanta relevancia. No tienen por que cambiarlo. El Liverpool irá de lleno al ataque, mientras que el City manejará el juego de posesión, que es el sello distintivo de Guardiola.
El enfrentamiento personal a seguir es sin duda el de Salah y De Bruyne. Es de esperarse que ellos tengan un impacto significativo y potencialmente decisivo en ambos partidos. El Liverpool para que tenga chances de ganar, debe neutralizar al belga, ya que en el recae la responsabilidad de repartir el juego. En cambio, si el City piensa ganar, debe anular a Salah. Aunque la defensa del City se ha visto muy bien en la liga, me parece que no tienen como contener al faraón.
La mentalidad en está llave tendrá un peso específico. Es mucho más importante para Liverpool saber que puede vencer al City, que para el City tener que jugar contra el único equipo que los ha derrotado. El Liverpool debe tener presente de que ya ocurrió una vez esta temporada y que podría repetirse.
A pesar del gran nivel que tiene el City y de los 18 puntos que los separan del Liverpool en la liga doméstica. No da la impresión de que exista tanto trecho entre ellos. Creo que la historia atormentará nuevamente a los celestes.