La ida del duelo entre Bayern y Real Madrid dejó mucho para el análisis, con un cuadro alemán un tanto incierto que no supo cómo matar a un rival que se creció en los momentos clave, y les hizo un daño casi mortal. Si bien la eliminatoria no está definida -menos con lo que le pasó al RM en la ronda pasada- sí pinta bastante complicada la remontada
Veamos cómo puede el Bayern levantar este barco.

Cabeza fría

El Bernabéu pesa, y mucho. De hecho las estadísticas juegan totalmente en contra de los alemanes, ya que necesitan ganar por dos, resultado que no ha conseguido en más de quince años en la llamada Casa Blanca. Por lo mismo, el campeón alemán debe dejar de lado todo ese pesimismo que ronda en la previa, además del peso específico que tiene este estadio en noches europeas, que seguramente se convertirá en un infierno.
En pocas palabras, lo que necesita el Bayern es ser un equipo alemán, pelear hasta el último balón y no dejar de exprimir cada minuto como lo han hecho en el pasado, sorprendiendo a todos los que ya lo daban por muerto.

Aprovechar las bandas

El equipo se le cayó a pedazos a Heynckes en la ida, los lesionados fueron saliendo y muy temprano se quedó sin cambios y opciones. Ok, es buen pretexto para fundamentar el poco accionar ofensivo de su equipo, pero la vuelta no hay más, es ahora cuando todo el talento de gente como: Ribery, Thiago Alcántara, David Alaba, Joshua Kimmich o el propio Müller deben explotar las bandas y generar desequilibrio, y por qué no, aprovechar las subidas de Marcelo y agarrarlo colgado, digo, así cayó el 1-0 en la ida, así que toca emular un poco aquella táctica.

No arriesgar en zonas sensibles

Según el script, veremos un juego similar a lo sucedido en Múnich, con un Real Madrid replegado esperando cuándo golpear, mientras el Bayern tiene la posesión de la pelota y todos los hilos aparantemente. Si bien es clave hacer un gol temprano, el hecho de que el RM pegue primero será un golpe anímico tremendo para ambos, y la verdad, ahí sí ni dios padre podrá levantar este teatro. Entonces, Jupp tiene que pedirles máxima concentración, en especial en una zona del campo sensible como el círculo central, ya que donde equivoquen otro balón -te estoy hablando Rafinha- la eliminatoria se irá al caño. ¡Atentos!