Muy polémico ha sido el paso de Pep Guardiola desde su salida del Barcelona en el lejano 2012, cuando fatigado del etorno decidió no renovar con el club de sus amores y se ausentó un año de las canchas. Su aterrizaje en el Bayern era su oportunidad para llegar a la cúspide nuevamente pero desafortunadamente no salió como se esperaba, dejándole sí, su estilo particular de juego, pero fracasando a la hora de levantar la Champions, torneo para el que se le había contratado y que no terminó por conseguir con eliminaciones ante rivales de la Liga BBVA.

Tras su paso por Alemania, el catalán se marchó con rumbo a la Premier League, ahora con un proyecto más complicado, sin tantos recursos de campo y con más que construir. Este verano se cumplió un año de su estancia en la escuadra Citizen. ¿Cuál es el balance de Pep en el Manchester City? ¿Será un Barcelona 2.0?

Estilo de juego

Si bién Guardiola no inventó el famoso tiki-taka sí le terminó de pulir y ejecutar a la perfección, a tal grado que incluso se exportó hasta la Selección de España con gran éxito, y provocó que muchos clubes se interesaran en su implementación; el Bayern fue uno de ellos.

Desde las primeras semanas en la Bundesliga, vimos a Pep inculcándole a su nueva plantilla el estilo de pases cortos y de primer toque, que era la base de dicho esquema, caso contrario a su aterrizaje en el City, donde se le ha dificultado mucho que sus futbolistas lo adopten, aspecto que se debe a que no tiene tanta mano de obra, y no digo que gente como De Bruyne, Sterling o Agüero no tengan la capacidad, pero hay que reconocer que son los menos. Otra cosa que evita que veamos su despliegue técnico es el estilo de la Premier League, una liga muy física que va a 60 revolucionespor minuto y no te da tantas libertades.

El dinero no lo puede todo

Su primer temporada fue bastante mediocre, quedando lejos del título y siendo eliminados de manera prematura en Champions League ante un plebeyo como el Monaco. Lo anterior se veía venir, ya que el City no tenía un equipo tan compacto como los que ha manejado Guardiola en otros años. Lo anterior es contrastante, en especial cuando estamos hablando de un conjunto que fácilmente puede reforzarse a billetazos como lo hacen otros, el pequeño problema es que la mayoría de las figuras de clase alta que han buscado le han dado el portazo a este equipo; pocos quieren ir al City.

Queda mucho a deber

La explicación del pobre año de debut de Pep en la Premier es muy simple, una pobre defensiva que se rompía a la menor provocación -algo normal en sus equipos- aunado a un ataque con claroscuros que a veces alcanzaba picos altos y se desplomaba, lo cual, en otros equipos no pasaba y terminaba disfrazando las carencias en la primera línea.

La temporada ha comenzado de buena forma, más con la goleada de bandera que le hizo al Liverpool este fin de semana, pero no hay que echar las campanas al vuelo. Los fichajes han sido caros pero discretos, por ahí con Danilo intentando darle salida a la defensa, pero ésta sigue dependiendo de gente inconcistente como Otamendi o Stones; otra adición es la de Bernardo Silva, joven lusitano de mucho talento que recuerda un poco al estilo de Joao Moutinho, y que le puede dar mayor técnica a ese trivote.

Éxito medio

Por lo pronto, ya se vislumbra una evolución en este Manchester City, al menos, ya ha sido constante en cuanto a su idea de juego, terminando los partidos con un buen promedio de posesión gracias a la recuperación del balón en territorio enemigo. Lo que sí me llama la atención es que tal parece que seguirán palideciendo ante rivales que se encierren bien, mostrando falta de ideas para descifrar defensas férreas. Lo anterior me lleva a la conclusión de que veremos al equipo de Guardiola sólo luchando en la Premier por la cima, registrando una campaña mucho más notable que la anterior pero tampoco como para título. Eso sí, de Champions ni hablemos, ya que sigue estando un escalón abajo de los verdaderos candidatos.