Después de nueve largos meses, la Copa Libertadres llegó a su fin, el nuevo experimento de la CONMEBOL concluye con el título de Gremio superando fácilmente a Lanus.
Conociendo ya al campeón del cono sur, me parece que es buen momento para hacer un corte de caja y ver qué tan bien ha resultado el cambio de formato de este mítico torneo.

Calendario

La Confederación sudamericana nos prometió que esta modificación ayudaría a que las ligas de aquella región no vivieran sobresaturadas de partidos, ya que hay que recordar que la anterior Libertadores iniciaba en febrero y terminaba en el verano, a veces encimándose con los torneos de selecciones de junio o julio, desvirtuando la competición y mandando las finales al regreso de las vacaciones.
Si lo vemos desde esa perspectiva, la edición 2017 ha sido un bálsamo que acomodó mucho mejor las jornadas y dio tiempo para que se disputaran tanto torneos cortos como torneos de selecciones nacionales (Copa Confederaciones), y pensando a futuro, se acomodará bien en su edición 2018.
Pero no todo es tan bello, yo no termino de entender por qué carambas empieza en febrero, y eso de que lo hacen por el Mundial de Clubes no me lo trago, tampoco es tan relevante. El hecho de iniciar a media campaña provoca que aquellos equipos que iniciaron el torneo, al final, sean totalmente diferentes, teniendo el mercado de verano (cuando se hacen la mayoría de transferencias) enmedio y con los clubes europeos haciendo shopping, así que van a terminar figurando aquellos que «logren» no ser desmantelados.

Perdieron vitrina

El aspecto comercial sigue afectando y es más que evidente cuánto extrañan la presencia de los clubes mexicanos, los cuales daban exposición al torneo de este lado del continente, lo cual quedó claro ya que los federativos sudamericanos vinieron a pedirle nuevamente a la FEMEXFUT que reconsiderara participar en la edición 2018, recibiendo la misma negativa.
Para quien no esté enterado, los clubes mexicanos  abandonaron dicho torneo tras la modificación de calendario, ya que saturaba más un calendario llene con torneos cortos, Copa MX y Liga de Campeones de CONCACAF, así como los20 mil partidos que juega la Selección Nacional fuera de fecha FIFA.
Obviamente la CONMEBOL resintió en lo económico la ausencia, ya que dicho torneo volvió a pasar desapercibido en el cono norte, y con él se desvanecieron varios patrocinios.

Conclusiones

La idea en si es buena, pero está pésimamente aplicada. Su mayor fallo es estar invadiendo dos temporadas futbolísticas, hecho comparable con el terrible calendario de la MLS, me pregunto si también será obra de los derechos televisivos…
Por otro lado, el hecho de hacerla más larga potencía que los equipos tengan un nivel mas constante, pero como dije, se va al traste a causa del periódo de vacaciones y fichajes.
Otro punto acertado es el que se va a aplicar el próximo año, de hacer la final a un solo partido, sólo espero que realmente sea una fiesta sudamericana y no vayan a cometer la tontería de hacerlo en Estados Unidos por el aspecto económico.
En resumen, la primer temporada de la «nueva» Libertadores está llena de claroscuros, si bien hemos visto un mejor nivel, no deja de ser un experimento mal aplicado. ¿Eran tan difícil emular lo que hace UEFA con la Champions League?